José Antonio Páez
De La Venciclopedia
1er, 4to y 12º presidente de Venezuela | |
Perfil Biográfico | |
Nacimiento | 13 de junio de 1790 |
Curpa, estado Portuguesa | |
Muerte | 7 de mayo de 1873 (82 años) |
Profesión | Militar y político |
Presidencia | |
Periodos | 3 |
Elección | Indirecta |
Fechas | 13 ene 1830 – 20 ene 1835 01 feb 1839 – 28 ene 1843 10 sep 1861 – 15 jun 1863 |
Predecesor | Simón Bolívar (1830), Carlos Soublette (1839), Pedro Gual (1861) |
Sucesor | José María Vargas (1835), Carlos Soublette (1843), Juan Crisóstomo Falcón (1863) |
Biografía
Hijo de Juan Victorio Páez y María Violante Herrera. Según su autobiografía, Páez nació «en una modesta casita, a orillas del riachuelo Curpa cerca del pueblo de Acarigua, cantón de Araure, provincia de Barinas, Venezuela. En la iglesia parroquial de aquel pueblo recibí las aguas del bautismo. Juan Victorio Páez y María Violante Herrera fueron mis padres, habiéndome tocado ser el penúltimo de sus hijos, y el solo que sobrevive de los ocho hermanos que éramos. Nuestra fortuna era escasísima. Mi padre servía de empleado al gobierno colonial, en el ramo del estanco de tabaco, y establecido entonces en Guanare, de la misma provincia, residía allí para el desempeño de sus deberes, lejos con frecuencia de mi excelente madre, que por diversos motivos jamás tuvo con sus hijos residencia fija»
Estudió primeras letras en la escuela de una maestra llamada Gregoria Díaz, en Guama, estado Portuguesa, y durante su adolescencia se dedicó a actividades comerciales menores. En el curso de ellas dio muerte a uno de cuatro asaltantes que lo atacaron en el bosque de Mayurupí en 1807, por lo que se refugió en los llanos de Apure, donde se empleó como peón en el hato La Calzada, propiedad de Manuel Antonio Pulido. En 1809 contrajo matrimonio con Dominga Ortiz en Canaguá, actual Libertad, estado Mérida.
Entre 1810 y 1813 perteneció al escuadrón de caballería organizado por el mismo Pulido para pelear contra el gobierno español. Después trabajó brevemente para el gobernador realista de Barinas, Antonio Tíscar, y tras rechazar un ascenso a Capitán, regresó a las fuerzas republicanas de Pulido. Con ellas avanzó a la ciudad de Barinas, la cual había sido evacuada como consecuencia de la Campaña Admirable de Simón Bolívar y allí Páez recibió la orden de atacar Canaguá, la cual estaba ocupada por el comandante español Miguel Marcelino y unos 400 soldados de caballería. Páez venció a Marcelino el 27 de noviembre en las Matas Guerrereñas y por esta acción, Páez ascendió a capitán.
De regreso a Barinas, Páez fue apresado por los españoles, pero escapó poco tiempo después y se unió a las fuerzas del coronel Ramón García de Sena en enero de 1814, quien protegía Barinas del asedio del realista Antonio Puy. La defensa seria infructuosa, y tras ser obligados a retirarse, Páez marchó con García de Sena hacia Mérida donde permaneció hasta fines de septiembre de 1814.
En Mérida quedó al mando de un piquete de la caballería que había pertenecido a García de Sena, con la que se incorporó brevemente a la columna del general Rafael Urdaneta cuando este se retiró a la Nueva Granada (Colombia) desde Barquisimeto. Después se dirigió a los llanos de Casanare y en Poré incorporó sus fuerzas al regimiento de caballería del comandante Francisco Olmedilla. Con este ejército cooperó en la toma de Guasdualito el 29 de enero de 1815.
El siguiente 31 de octubre, ya al mando de un escuadrón de caballería, Páez venció al coronel Sebastián de la Calzada en la batalla del Banco de Chire y el 16 de febrero de 1816 al coronel Francisco López en el combate de Mata de la Miel. Tras este triunfo, el gobierno de Nueva Granada lo ascendió a teniente coronel.
Líder de los Llanos
Luego de su ascenso Páez asistió a una junta de oficiales colombianos y venezolanos en la villa de Arauca (Colombia), donde se pretendía formar un gobierno provisorio llamado el Gobierno de Guasdualito. En esta junta, se eligió como Presidente del gobierno al ex gobernador de Pamplona, teniente coronel Fernando Serrano, a Francisco Javier Yanes como ministro secretario y a los generales Rafael Urdaneta y Manuel Serviez como consejeros de Estado. Como comandante general del Ejército se eligió al coronel Francisco de Paula Santander.
Páez no gustó de estas elecciones y tan pronto regresó a Venezuela, se reunió en una junta con los coroneles Juan Antonio Paredes y Fernando Figueredo; los tenientes coroneles José María Carreño, Miguel Antonio Vásquez, Domingo Meza y el sargento mayor Francisco Conde que culminó con su elección como líder republicano de la guerra en los llanos y su ascenso a general de brigada.
Tras este acontecimiento, que convirtió a Páez en protagonista de la Guerra de Independencia, participó en numerosos enfrentamientos en los que debilitó el poder español en los llanos incluyendo el Yagual el 8 de octubre de 1816. Igualmente lo ligó a Simón Bolívar, con quien se reunió el 30 de enero de 1818 en el hato Cañafístola para coordinar sus esfuerzos contra el ejército del general español Pablo Morillo.
El siguiente 6 de febrero, el Ejército Libertador cruzó el río Apure por el paso del Diamante en naves realistas capturadas en la Toma de las Flecheras, operación planeada por Páez y llevada a cabo por los tenientes coroneles José de la Cruz Paredes y Francisco Aramendi. El 12 del mismo mes, participó en la batalla de Calabozo, en la cual Bolívar derrotó a Pablo Morillo.
De seguida actuó en la persecución de los realistas y combatió en la Uriosa el 15 de febrero y en El Sombrero al día siguiente. El 22 fue nombrado gobernador de Barinas con la misión de liberar a San Fernando de Apure, la cual ejecutó el 8 de marzo. El 26 participó en la batalla de Ortiz y el 2 de mayo libró la de Cojedes contra el mariscal de campo Miguel de la Torre.
El 20 de enero de 1819, fue ascendido a general de división en San Juan de Payara, y hasta abril llevó a cabo la campaña de Apure contra fuerzas realistas en la zona.
Después de todas estas acciones, el genio militar de Páez alcanzó dimensiones legendarias en la Batalla de Las Queseras del Medio del 2 de abril 1819. En esta batalla, Páez venció al teniente coronel Narciso López utilizando una táctica conocida históricamente como de “volver caras”. Estrategia que resultó tan exitosa que luego de la batalla, Bolívar quien había visto la acción desde el otro lado del río, le otorgó la "Cruz de los Libertadores" a Páez y a todos los llaneros que participaron en la acción.
Las Queseras del Medio
Artículo principal: Batalla de Las Queseras del Medio
Esta acción, quizás la más famosa de Páez antes de la Batalla de Carabobo, es uno de los mejores ejemplos de la astucia innata de Páez como militar.
En abril de 1819 Bolívar llegó al sur de los llanos de Apure y se encontró con la división de caballería del General Páez a orillas del río Arauca, sumando unos 3.000 combatientes entre ambos. Del otro lado del río se encontraba el ejército de 6000 hombres del general español Pablo Morillo sobre las Queseras del Medio, a menos de dos kilómetros de la orilla.
Acompañado de 153 llaneros a caballo, Páez cruzó el río a nado unos tres kilómetros más arriba del campamento de Morillo. Al alcanzar la seguridad de una escarpada, organizó a sus hombres en seis o siete pelotones y los dirigió hacia el enemigo. Al ver a Páez, Morillo atacó con una caballería de 800 lanceros y 200 carabineros manteniendo a la infantería y la artillería en el centro.
En vez de chocar con Morillo, Páez ordenó la retirada hacia las unidades de infantería de Bolívar, dividiendo a la caballería realista en dos unidades que intentaron rodearlo por los flancos. Al tanto, Páez ordenó a uno de sus pelotones que atacara el centro de las fuerzas reales con el propósito de forzar a las dos columnas de caballería realista a defenderla. En el último momento Páez se retiró para evitar verse rodeado y las columnas de caballería española cayeron sobre sus propios carabineros creándose una situación de desconcierto entre los realistas.
Fue en ese momento, con la caballería española todavía convergiendo y tratando de perseguir a Páez, que el venezolano dio la famosa orden de “Volver Caras” (algunos historiadores creen que el llamado fue el menos cándido ¡Vuelvan Carajo!, si es que en realidad hizo el llamado del todo) con el que ordenó a sus llaneros a caer sobre el confundido enemigo. El inesperado contraataque hizo huir a la caballería española la cual sufrió 400 bajas, mientras que Páez tan sólo perdió 8 llaneros entre muertos y heridos.
Batalla de Carabobo
Artículo principal: Batalla de Carabobo
A finales de 1820, los independentistas firmaron con el comandante de las tropas españolas un armisticio y una suspensión temporal de las hostilidades. Sin embargo el desarrollo de los eventos (cambios en la provincia de Maracaibo) hacía difícil el mantenimiento de este armisticio, por lo que en consecuencia se decidió fijar su suspensión para el 28 de abril de 1821.
A finales de abril los cinco mayores cuerpos de combate del ejército republicano empezaron a movilizarse hacia el centro del país. Algunos con el propósito de acopiarse en una sola mayor unidad de combate, y otros con la intención de colocarse estratégicamente para prevenir que unidades realistas lejos del centro del país pudieran reforzar el ejército español acampado en la región central.
Para principios de junio de 1821 el ejército republicano de 6.500 combatientes estaba organizado en tres divisiones. La 1ra división, compuesta por 2.500 hombres bajo el comando de Páez, estaba formada por dos batallones: Bravos de Apure, y Cazadores Británicos, y siete regimientos de caballería.
El 20 de junio las tres divisiones republicanas convergen desde distintas direcciones en las cercanías al oeste de la sabana de Carabobo. Con el ejército realista bien atrincherado por los flancos del centro y del sur, en la mañana del 21 de junio a Páez se le da el comando de un regimiento adicional de caballería, y se le ordena que lo lleve junto con la 1ra división bajo su mando desde su posición al oeste de los realistas hacia las colinas al norte de la sabana para desde allí bajar a enfrentar a los españoles; mientras, la 2da división seguiría detrás de la retaguardia de Páez y la 3ra se quedaría en el centro en posición defensiva esperando el momento más adecuado para avanzar.
Al ver las fuerzas de Páez marchando en la distancia, el comandante a cargo de las fuerzas españolas, Miguel de la Torre, ordena a uno de sus batallones de elite, el Burgos, que refuerce y defienda el flaco norte. Recién al cruzar un riachuelo, el Bravos de Apure establece contacto con el Burgos y así da comienzo ese día el enfrentamiento entre los dos bandos. Inicialmente las fuerzas españolas arremeten con tal furia que los Bravos de Apure se ven obligados a replegarse en dos ocasiones para evitar ser aniquilados. Páez resuelve enviar a los Cazadores Británicos a ayudar al Bravos y juntos logran hacer retroceder a los españoles, quienes ahora están siendo reforzados por dos batallones adicionales. De la Torre envía más refuerzos al ver que el combate se intensifica en el norte. Sin embargo éste es el momento en que Páez envía su caballería al norte de las fuerzas que combaten, para que las desborde y caiga en la llanura desde atrás de las tropas realistas. Se empieza ahora a hacer evidente que la batalla se está inclinando en contra de los españoles, quienes recurren a enviar más refuerzos, los cuales reaccionan de manera desordenada, lo que ayuda a sembrar más aún el caos en sus filas. Mientras los hombres de Páez ahora ganan terreno y arremeten contra los realistas desde distintas direcciones, algunos de los batallones españoles que han sido ordenados ir a reforzar en el combate, al ver desde la distancia como sus compañeros caen, deciden desobedecer las órdenes y empiezan a retirarse buscando evitar el combate. Una vez es evidente que los republicanos están venciendo, la 2da y 3ra división se mueven hacia delante para enfrentar al enemigo, sin embargo el trabajo necesario para asegurar la victoria ya ha sido hecho por Páez y los hombres bajo su mando.
En la Batalla de Carabobo se selló el destino del ejército español en Venezuela. Páez mandaba la primera división, la que, seguida de la segunda al mando del general Manuel Cedeño, tuvo a su cargo la acción principal. Bolívar promovió a Páez a General en Jefe del ejército republicano en el propio terreno una vez finalizada la lucha.
En esta batalla los españoles perdieron el 65% de su tropa; los sobrevivientes se refugiaron en el castillo de Puerto Cabello, el cual fue el último reducto de los españoles en territorio y venezolano hasta que fueron expulsados de allí por Páez en 1823.
La Cosiata
Artículo principal: La Cosiata
A comienzos de agosto de ese año, Bolívar partió para Bogotá y dejó a Páez de comandante general de uno de los distritos militares en que había sido dividida Venezuela: el formado por las provincias de Caracas, Barinas, Barquisimeto y Apure.
El plan de Bolívar era unir las provincias liberadas de España en un sólo estado: La Gran Colombia, que estaba conformada por los actuales territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá. Cuando la guerra contra España finalizó, los federalismos y regionalismos comenzaron a resurgir.
Mientras Bolívar estaba enfrascado en las campañas militares en el Perú, le era imposible llevar a cabo sus funciones y deberes como Presidente de la Gran Colombia. Como resultado, el centro del poder ejecutivo estaba en Bogotá bajo el liderazgo del Vicepresidente Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada (hoy en día Colombia y Panamá). Mientras para algunos líderes la Gran Colombia era sólo una necesidad militar, para otros era una entidad administrativa real. Así, la confusión creció entre el gobierno central en Bogotá y las provincias y municipalidades. Esto incomodó a Páez y a otros políticos venezolanos. Páez, entonces en 1826, llegó a ser la cabeza de un movimiento que fue conocido como "La Cosiata".
La Cosiata comienza en abril de 1826 como un movimiento semi espontáneo (las interpretaciones históricas difieren al respecto) de políticos y personalidades locales que apoyaban a Páez contra una decisión del Congreso en Santa Fe de Bogotá. Había presión para que Páez fuese removido de su cargo de venezolanos, quienes lo acusaban de abusar de su autoridad en relación a la implementación de órdenes provenientes de Bogotá -órdenes con las que Páez presuntamente no estaba de acuerdo-: el reclutamiento forzado de hombres para el ejército.
El Congreso en Bogotá, incluyendo a varios de los congresistas venezolanos, recibió las quejas provenientes de Venezuela, que alegaban que Páez no había entendido apropiadamente el alcance de sus órdenes y que se había excedido en su ejecución. El Congreso decidió que tenía la potestad para juzgar a Páez y le ordenó acudir a Bogotá para su juicio. Inicialmente Páez estaba dispuesto a ir. Sin embargo, irónicamente algunas de las personalidades venezolanas que estaban originalmente descontentas con Páez por ejecutar las órdenes de Santander, ahora se sentían insultados por el hecho de que su líder tuviese que ir a Bogotá a ser juzgado. Después de unos pocos días de incertidumbre y tensión en las calles, la municipalidad de Valencia rompió con Bogotá se sometió a Páez como comandante militar. En los siguientes días más municipalidades harían lo propio, incluyendo Caracas, que había la primera en acusar a Páez. Otras municipalidades y oficiales locales no se unieron a este cambio de opinión.
En julio, Santander declaró que Páez estaba en rebelión abierta contra el gobierno central. Mientras todo esto ocurría, Páez escribió a Bolívar, pidiéndole que volviera a hacerse cargo y resolviera el embrollo.
Aunque Páez y sus partidarios estaban dispuestos a tener a Bolívar como líder supremo, estaban renuentes a seguir a Santander. Y aunque querían cambios constitucionales, inicialmente querían hacerlos bajo la autoridad de Bolívar y como parte de la Gran Colombia.
Bolívar finalmente regresó de sus campañas en el sur y tomó el mando del ejecutivo hacia el año 1826, asumiendo los poderes extraordinarios que le había concedido el Congreso. Cartas conflictivas entre Santander y Bolívar, y entre Bolívar y Páez, crearon un grado de incertidumbre en cuanto a cuáles serían sus acciones. Finalmente declaró una amnistía general para todos los involucrados en La Cosiata a pesar de que a partir de entonces, cualquier desobediencia a sus órdenes sería considerada como un crimen contra el Estado. Páez recibió a Bolívar y aceptó su autoridad, y Bolívar le nombró Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela. Esta acción confundió y decepcionó tanto a Santander en Bogotá como a los pocos oficiales en Venezuela que no habían apoyado La Cosiata, quienes fueron removidos o transferidos a otras partes, mientras los que apoyaban a Páez permanecieron o fueron subidos de rango.
Presidente
José Antonio Páez quien venía ejerciendo las funciones de jefe Civil Militar del Departamento de Venezuela (Caracas, Carabobo, Barquisimeto, Barinas y Apure) desde 1822, cargo que le fue confirmado por la Municipalidad de Valencia el 30 de diciembre de 1826, y ratificado por el Libertador en el mismo año.
Con el poder en las manos, Páez fomentó y encauzó hábilmente el sentimiento separatista que era compartido por muchos individuos de la élite y de las clases populares venezolanas, lo cual resultó en una asamblea celebrada en el convento caraqueño de San Francisco a fines de noviembre de 1829 en la cual se desconoció la autoridad de Bolívar y de los órganos de gobierno de Bogotá. Con la entrega del poder a Páez en este acto, se consumó así, la separación de Venezuela de la Gran Colombia. Páez exhortó a Bolívar, el 24 de diciembre, a reconocer este hecho cumplido y el 13 de enero de 1830 establece un gobierno provisional con Miguel Peña en la Secretaría del Interior, Justicia y Policía; Diego Bautista Urbaneja en la de Hacienda y Relaciones Exteriores, y Carlos Soublette en la de Guerra y Marina.
Ese mismo día expidió un decreto donde convoca a la elección de Diputados para un Congreso Constituyente que se reuniría en Valencia el 30 de abril de 1830. El 27 de febrero de 1830, se abrieron las Asambleas primarias para el nombramiento de los electores que habían de designar en cada Provincia a los Diputados al Congreso Constituyente. Por falta del número legal de Diputados, ya que sólo asistieron 33 de los 48 elegidos, la instalación del Congreso Constituyente de Venezuela se efectuó el 6 de mayo de 1830 en Valencia, y el mismo día, los congresistas decidieron que, hasta que se resolviera otra cosa, el General José Antonio Páez continuaría en el desempeño de las funciones del Poder Ejecutivo.
El Presidente de Venezuela se juramentó el 27 de mayo de 1830, y el 19 de julio del mismo año, se procedió a la elección del Vicepresidente. Por un voto fue electo el Licenciado Diego Bautista Urbaneja.
El Congreso Constituyente de Venezuela sancionó el 22 de septiembre de 1830 la Constitución, que debía regir la nueva República de Venezuela, y la misma fue mandada a ejecutar el 24 del mismo mes.
El primer Congreso Constitucional de la República de Venezuela se instaló en Valencia el 18 de marzo de 1831, y el 24 del mismo mes, fueron examinados por el Senado los Registros Eleccionarios y se practicó el escrutinio legal para elegir al Presidente de la República.
Como era de esperarse, para el primer período constitucional de cuatro años, resultó electo Presidente de la República, el General José Antonio Páez, quien obtuvo 136 votos (86,07%) de los 158 electores que habían sufragado. Esta elección no fue más que el reconocimiento de una situación que se venía manifestando desde el año de 1826, ya que desde ese año, José Antonio Páez detentaba el poder material, y la República de 1831, no fue más que la expresión militar del caudillo llanero, con el apoyo de terratenientes y los militares anti-bolivarianos.
Al día siguiente, se practicó el escrutinio para elegir al primer Vicepresidente de la República, y como ninguno de los candidatos obtuvo mayoría legal, fue perfeccionada la elección y resultó designado por dos años el licenciado Diego Bautista Urbaneja. El 11 de abril de 1831, Páez prestó juramento legal como Presidente Constitucional de Venezuela; un fragmento de su discurso ese día al tomar posesión del cargo:
- La verdad es que se abre entonces uno de los mejores periodos de nuestra historia, y precisamente en lo referente a la organización política y moral de la República. Prudencia, firmeza, probidad, sagaz apreciación de la imposibilidad de separarse por entonces del jefe militar, pero a la vez valeroso propósito de vigilarlo y reducirlo; entusiasmo laborioso y consecuente para trabajar por una administración pública eficaz y equilibrar la libertad y el orden, tales fueron las virtudes de aquella generación, que logró convertir en un movimiento patriótico y legalista la desmembración de Colombia, iniciado bajo tan funestos auspicios ...
El 28 de enero de 1833 se reunió el Congreso Constitucional y realizaron el escrutinio para elegir al Vicepresidente de la República para el periodo 1833-1837. Los votos de los electores se repartieron así; General Carlos Soublette 52 (29,21%), Doctor Andrés Narvarte 31 (17,41%) General Bartolomé Salóm 21 (11,79%)
Como ninguno de los candidatos obtuvo las dos terceras partes de los votos requeridos por la ley, el Congreso concretó la elección de los tres candidatos que habían obtenido la mayoría de votos. No habiendo obtenido ninguno de los tres la mayoría exigida, se realizó una nueva elección entre Soublette y Narvarte, siendo electo este último Vicepresidente de la República.
El Presidente Páez gobernó con una paz relativa durante su período, y logró una leve recuperación de la economía devastada por la guerra. Sin duda alguna, bajo su dirección se constituyó la República. Durante este período, Páez enfrentó dos crisis: la resistencia a jurar la constitución por parte del Arzobispo de Caracas, Ramón Ignacio Méndez, que terminó con la expulsión de éste, y el alzamiento de los generales José Tadeo Monagas y José Gregorio Monagas (primero con el pretexto de restituir la Gran Colombia y luego en favor de la autonomía de un Estado Oriental) que fue contenido militarmente y concluyó con un convenio entre Páez y los jefes orientales.
También hizo frente a las revoluciones de Caracas contra los mantuanos en 1831, la de Gabante en 1834, y a otras dificultades de orden político auspiciadas por militares descontentos: unos por no intervenir directamente en la administración pública, otros por sostener caducas banderías.
Para las elecciones presidenciales del período 1835-1839, el presidente Páez apoyó al General Carlos Soublette. Un grupo de civilistas y miembros de la comunidad universitaria, apoyarían al médico José María Vargas, a pesar de la renuencia de éste a aceptar su postulación. Los militares descontentos con el régimen auparon la candidatura del General Santiago Mariño.
Tras perder las elecciones, en 1835 entrega el poder temporalmente a José María Vargas, ya que es electo para una segunda presidencia en 1838, la cual asume el 1 de febrero de 1839. En este nuevo mandato sigue ocupándose de la educación, el crédito exterior, la deuda pública contraída por la antigua República de Colombia y estudia la posibilidad de retornar los restos mortales del Libertador. En enero de 1843, es sustituido en la presidencia de la república por el general Carlos Soublette.
En Calabozo, el 4 de febrero de 1848 inicia Páez un movimiento armado contra el gobierno conservador de José Tadeo Monagas. En la batalla de Los Araguatos (10 de marzo de 1848) es derrotado por José Cornelio Muñoz, y huyó a Nueva Granada, siguiendo a Santa Marta y de allí a Curazao. El 2 de julio de 1849 invadió Venezuela por la Vela de Coro; ofensiva que concluye con su derrota el 15 de agosto de 1849, en Macapo-Abajo (estado. Cojedes) por parte del general José Laurencio Silva, quien lo remitió a Caracas. Violando el armisticio con Páez, Monagas lo encarcela en Valencia y lo encarcela en el castillo de “San Antonio de la Eminencia de Cumaná”, donde lo visitan su esposa Dominga Ortiz y su hija; de allí sale el 24 de mayo de 1850 al destierro en Nueva York.
En esta ciudad fue recibido públicamente por las autoridades, y reside allí hasta la caída de Monagas. En noviembre de 1858 abandonó los Estados Unidos escoltado de dos naves norteamericanas, llegó a Venezuela el 18 de diciembre de 1858 a solicitud del presidente Julián Castro y de la Convención de Valencia, para que se encargara del ejército y de la pacificación del país, convulsionado por el alzamiento de los pro-monaguistas, liberales y federalistas. Cuando estos últimos proclaman la Federación el 20 de febrero de 1859 en Coro, el gobierno central lo nombra jefe de operaciones en la Provincia de Carabobo; pero al no obtener las amplias facultades que exige, renuncia en abril, y opta por regresar a los Estados Unidos.
A su regreso, sustituye a Pedro Gual como Jefe Supremo de la República, el 10 de septiembre de 1861. Todo el año 1862 y parte de 1863, conduce Páez la guerra contra los federalistas encabezados por Juan Crisóstomo Falcón. Finalmente se rinde con el Tratado de Coche, poniendo fin a las hostilidades en abril de 1863. Páez gobierna nominalmente en Caracas hasta mediados de junio y el 13 de agosto sale de Venezuela por tercera y última vez, estableciendo su residencia de nuevo en Nueva York.
El 13 de julio de 1867, el gobierno de Venezuela le expidió el diploma que lo acreditaba como Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana y el 6 de mayo de 1873 murió en Nueva York.
Fuentes
▪ Rodríguez, Adolfo. Páez, José Antonio. Diccionario de Historia de Venezuela. 2da edición. Fundación Empresas Polar. Caracas. 1997. ISBN: 980-6397-37-I. OCLC: 633796151.
▪ Biografía de José Antonio Páez. En: Simon-bolívar.org.
▪ Biografía de José Antonio Páez. En: Venezuelatuya.com.
▪ Biografía de José Antonio Páez. En: Auyantepui.com.
▪ Biografía de José Antonio Páez. En: Mipunto.com.
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