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Campaña Admirable

De La Venciclopedia

El 8 de enero de 1813 ocupó Simón Bolívar la ciudad de Ocaña, después de haber terminado con éxito las operaciones en el bajo Magdalena, durante las cuales, mediante una serie de golpes de mano, había tomado los puestos fortificados de Tenerife, Plato, Zambrano, Mompós, Guamal, Banco, Chiriguaná y Tamalameque; abierto el Magdalena a la libre navegación, con ello aseguraba la comunicación de Santa Fe de Bogotá con Cartagena de Indias y otras ciudades de Nueva Granada. El 16 de febrero salió de Ocaña, en dirección a Cúcuta, pues fuerzas realistas, bajo el mando del coronel Ramón Correa, amenazaban esa área. En el trayecto venció una fuerza enemiga que, en el Alto de la Aguada, le cerraba el paso. Libre de resistencia a su frente, Bolívar prosiguió su marcha y tomó la localidad de Salazar de las Palmas, el 22 de febrero. El paso siguiente fue la batalla de Cúcuta, librada el 28 del mismo mes contra el coronel Ramón Correa, después de lo cual, Bolívar tomó posesión de la ciudad y se estableció allí en espera del permiso del Poder Ejecutivo de la Unión (Nueva Granada) para la ejecución de la Campaña Libertadora de Venezuela, conocida hoy como «Admirable». Con fecha 30 de marzo llegó a manos de Bolívar la autorización que esperaba, pero esta no le satisfizo plenamente porque el Poder Ejecutivo le había fijado La Grita como límite de la operación. Bolívar no aceptó y así lo hizo saber a sus superiores, con una exposición de las razones que tenía para ello. El presidente aceptó, en parte, las recomendaciones de Bolívar y extendió a favor de este una nueva autorización, esta vez hasta Mérida y Trujillo. Nuevamente manifestó Bolívar lo improcedente de la detención de su ofensiva en Trujillo, pues ello daría tiempo a los contrarios a obrar con libertad, o a organizar sus medios de defensa. Dice que comenzaría la campaña con la esperanza de encontrar en Trujillo la autorización para seguir sobre Caracas.

El 14 de mayo salió de San José de Cúcuta. El mismo día salió de Bailadores la vanguardia, rumbo a Mérida. Bolívar había organizado sus fuerzas en 2 columnas o divisiones: la de vanguardia, bajo el mando del teniente coronel Atanasio Girardot, con el mayor Luciano D'Elhuyar de segundo comandante; la de retaguardia, con el coronel José Félix Ribas como comandante; la artillería tenía por jefe a José Tejada; el mayor Rafael Urdaneta desempeñaba el cargo de mayor general. En sustitución del coronel Manuel del Castillo y Rada había sido nombrado segundo comandante del Ejército el brigadier Joaquín Ricaurte, quien no acompañó a Bolívar en la campaña; marchará a Venezuela el año siguiente. Pedro Briceño Méndez era el secretario general y, como edecanes, fueron nombrados Juan José Pulido, Fermín Ribón y José Jugo. El plan inicial de Bolívar para la ejecución de la campaña era una ofensiva en 2 direcciones: una columna (Ribas) debía seguir por San Cristóbal-Selva de San Camilo-Barinas, y después de libertar esta provincia se reuniría con el grueso en Guanare o en Araure; esta columna tenía, además, el encargo de sacar de la provincia de Barinas, ganado y dinero. La otra columna (Bolívar), marcharía por la dirección San Cristóbal-La Grita-Mérida-Trujillo. En atención a este concepto operacional, el jefe republicano había adelantado al coronel Ribas hasta San Cristóbal con tropas de Cundinamarca y algunas de Cartagena. Bolívar tuvo que desechar este plan, pues la autorización que había recibido de llevar sus fuerzas solo hasta Trujillo, lo hizo impracticable. Es así como la ofensiva hubo de efectuarse por la dirección destinada al grueso (Bolívar) en el plan original. El 17 de mayo llegó Bolívar a La Grita y el 19, continuó hacia Mérida, donde llegó el 23, en horas de la mañana; ya se hallaban allí la vanguardia y las tropas que le habían precedido. En esta ciudad, recibió Bolívar importante ayuda en dinero y suministros de todo género y la incorporación de 500 hombres, adiestrados por los mayores Vicente Campo Elías y Francisco Ponce. Durante su permanencia en Mérida, Bolívar obtuvo información sobre los realistas que operaban en Barinas y Trujillo, y comprendió que debía obrar con rapidez a fin de impedir la reunión de los diferentes cuerpos contrarios. En consecuencia, despachó la vanguardia para que llevase a cabo la limpieza de la provincia de Trujillo. Estas fuerzas, bajo el mando del teniente coronel Atanasio Girardot, estaban constituidas por los batallones 20, 40 y 5o de la Unión y algunos efectivos de artillería y caballería; en total 488 combatientes. La descubierta, mandada por el capitán Hermógenes Maza, la avanzada bajo el capitán Francisco Yánez y el cuerpo de vanguardia, regido por el capitán José María Ricaurte, avanzaron en la dirección Mendoza-Betijoque, en tanto que el capitán Manuel Gogorza, con un pequeño destacamento, marchó hacia Niquitao, por la vía de Las Piedras; todas estas fuerzas debían reunirse en Trujillo, donde Girardot tomaría cuarteles. Al mismo tiempo que la vanguardia iniciaba sus operaciones, la retaguardia, bajo el mando del coronel José Félix Ribas, emprendía su marcha desde San Cristóbal con todos los soldados que habían quedado dispersos o retardados. El 3 de junio, en la tarde, los capitanes D'Elhuyar y Maza dispersaron una fuerza de 50 hombres y luego desalojaron al coronel Ramón Correa de la posición de Ponemesa, altura situada entre Escuque y Betijoque (Edo. Trujillo) y en la cual el jefe realista tenía 200 hombres. Correa se retiró hacia Maracaibo, por la vía de Moporo. Este triunfo permitió a Girardot la ocupación de Trujillo el 9 de junio. En esta ciudad dictó Bolívar el Decreto de Guerra a Muerte (15.6.1813). El jefe realista Manuel Cañas se había replegado a Carache y hacia esa localidad dirigió Girardot sus fuerzas el 17 de junio, en horas de la tarde, para estacionar como a una legua (4 km) de la altura de Pozo Seco, posición donde había desplegado Cañas sus fuerzas. Durante la noche el jefe realista abandonó la línea que ocupaba y llevó sus hombres a las alturas de Agua de Obispos. En la mañana del 18 de junio se presentó Girardot ante las primeras líneas enemigas, donde Cañas tenía 400 fusileros y 50 jinetes, en una posición que cerraba 2 gargantas de difícil acceso. Girardot procedió al ataque, con el cual obtuvo éxito después de una hora de combate. Con este triunfo desapareció la fuerza que podía interponerse al avance de Bolívar, quien había llegado a la ciudad de Trujillo el 14 de junio y, desde allí, ordenó a Ribas que marchase desde Mérida en dirección de Boconó, por los Callejones, y le dice que sus movimientos deben ser rápidos para que así se facilite la sorpresa. A Girardot le ordenó replegarse sobre Trujillo. Tan pronto como recibió la orden, Ribas se puso en marcha y ya para el 20 de junio había llegado al sitio de Boca del Monte, al noreste de Boconó.

El 28 de junio salió Bolívar de Trujillo, en dirección a Barinas, donde Antonio Tíscar tenía una fuerza cercana a los 2.000 hombres. El 1 de julio hizo su entrada en Guanare, ciudad que había sido abandonada por los realistas al tener conocimiento del avance de Bolívar. El 6 de julio ocupó Bolívar la ciudad de Barinas, sin resistencia, pues Tíscar se había retirado hacia Guayana, por la vía de Nutrias. Y mientras que Bolívar hacía el movimiento que le permitió tomar posesión de Barinas, el coronel Ribas batía al coronel José Martí en la batalla de Niquitao, el 2 de julio. Martí había salido de Barinas en dirección a Niquitao, con una fuerza de 800 a 1.000 combatientes, con la cual amenazaba la retaguardia de Bolívar. Libre la provincia de Barinas de la presencia de Tíscar, Bolívar ordenó el regreso a esta de Girardot, quien había sido enviado en persecución del jefe realista, para luego enviarlo a Guanare. A Ribas le ordenó que marchase sobre El Tocuyo y Barquisimeto, contra una fuerza realista que avanzaba en esa dirección. Para dar cumplimiento a esta orden, Ribas emprendió la marcha y el 18 de julio tomó posesión de El Tocuyo; 2 días después siguió a Barquisimeto, para derrotar al coronel José Oberto el 22 de julio, en la llanura de Los Horcones. En conocimiento del avance de Ribas, Oberto había salido de Araure a reforzar a Pedro González de Fuentes, contra quien marchaba aquel. El 26 de julio llegó Bolívar a San Carlos, procedente de Guanare. El coronel Julián Izquierdo comandante de las fuerzas que guarnecían esta ciudad, al tener conocimiento del avance de Bolívar y de la derrota de Oberto en Los Horcones, replegó sobre Valencia, pero no llegó a su destino, porque Domingo de Monteverde le ordenó que regresara a San Carlos. El 29 de julio fue informado Bolívar de la presencia del coronel Izquierdo en Tinaquillo e inmediatamente se puso en marcha; en la mañana del 31 del mismo mes tomó contacto con las avanzadas contrarias en la sabana de Pegones. Izquierdo ejecutó un movimiento retrógrado y fue a desplegarse en la sabana de Taguanes. Bolívar procedió al ataque con su infantería al frente y la caballería en el ala derecha, con la cual hizo un desbordamiento del flanco izquierdo realista. Para neutralizar la maniobra de Bolívar, el jefe realista emprendió la retirada y durante la realización de este movimiento, fue derrotado por los republicanos. La victoria de Taguanes dejó expedito a Bolívar el avance hacia Valencia, pues Monteverde se retiró hacia Puerto Cabello, tan pronto tuvo conocimiento, en la sabana de Carabobo, del fracaso de Izquierdo en la acción antes descrita. El 2 de agosto entró el brigadier Bolívar a Valencia, mientras que el coronel Ribas había quedado en San Carlos como comandante de dicha plaza. Bolívar siguió hacia Caracas, y el día 4 ya se hallaba en La Victoria, donde aceptó la capitulación que le propuso el gobierno español. Para pactar dicho tratado, habían sido comisionados el marqués de Casa León, el presbítero Marcos Ribas, Felipe Fermín Paúl, Francisco Iturbe y José Vicente Galguera. El 6 de agosto de ese año entró en la ciudad de Caracas el pequeño ejército mandado por el brigadier Simón Bolívar; había concluido la Campaña Admirable.

Temas relacionados: Angostura de La Grita, combate de; Bolívar, Simón, gobiernos de; Campañas terrestres de la Independencia; Decreto de Guerra a Muerte; Los Horcones, batalla de; Niquitao, batalla de; Taguanes, batalla de.

Autor: Héctor Bencomo Barrios Bibliografía directa: Bencomo Barrios, Héctor. El general en jefe José Félix Ribas. Caracas: Ministerio de la Defensa, 1978; Chalbaud Cardona, Esteban. Nuestra Segunda República. Buenos Aires: Artes Gráficas Bartolomé U. Chiesino, 1947; Comisión de historia de Venezuela. La ruta admirable, 1813-1985. Caracas: La Comisión, 1986; Iribarren Celis, Lino. La Campaña Admirable, 1813. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1963; Muñoz, Pedro José. La Campaña Admirable en los Llanos: breve ojeada a una empresa imponderable. Caracas: s.n., 1964; Pinto C., Manuel. La gesta de América: esquema histérico-político de la Campaña Admirable. Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1964; Universidad de los Andes. Sesquicentenario de la Campaña Admirable. Mérida, 1813-1963. Mérida: Universidad de Los Andes, 1963.

Hemerografía: Baralt, Rafael María. «La Campaña Admirable: la Guerra a Muerte: el establecimiento de la 2a república». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, num. 169, enero-marzo, 1960; Figueroa, Marco.«La Campaña Admirable en el Táchira». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 182, abril-junio, 1963; Lecuna, Vicente. «La Campaña Admirable: operaciones en Nueva Granada». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 166, abril-junio, 1960; Núcete Sardi, José. «La Campaña Admirable y sus proyecciones militares, políticas, económicas y sociales». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 182, abril-junio, 1963; Tablante Garrido, Pedro Nicolás. «La Campaña Admirable». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 182, abril-junio, 1963.