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Congreso de Cariaco

De La Venciclopedia

El Congreso de Cariaco fue una asamblea celebrada los días 8 y 9 de mayo de 1817 en Cariaco (estado Sucre), la cual restableció brevemente el sistema federal y el gobierno civil que habían desaparecido al caer en 1812 la Primera República. Ha sido llamado también Congresillo de Cariaco.

Historia

Al regresar del presidio de Ceuta, el canónigo José Cortés de Madariaga llegó a Carúpano, donde publicó un manifiesto en el cual, sin considerar el estado de guerra en que el país se encontraba, recomendó la formación de un gobierno representativo y federal, emanado de la voluntad popular, al cual estarían supeditados los jefes militares que dirigían la lucha armada en Venezuela.

Pasó luego a Cariaco, donde se le unió el general Santiago Mariño, quien apoyó ese proyecto de gobierno. Mariño convocó a los notables republicanos que se encontraban en la región e instaló el 8 de mayo de 1817, en la villa de San Felipe de Cariaco, una reunión en la cual participaron las siguientes personas: general Santiago Mariño, almirante Luis Brión, intendente general Francisco Antonio Zea, canónigo José Cortés de Madariaga, Francisco Javier Mayz, Francisco Javier de Alcalá, Manuel Isava, Francisco de Paula Navas, Diego Bautista Urbaneja, Manuel Maneiro.

Abrió la sesión el general Mariño en su condición de segundo jefe del Estado, declarando que lo hacía «en nombre y representación» del jefe supremo, es decir, del general Simón Bolívar, que se hallaba ausente.

Propuso la inmediata instalación de un gobierno provisorio sin aguardar la elección de diputados, debido al estado de guerra que la hacía difícil y lenta; el objetivo era restablecer el régimen que había existido hasta julio de 1812, «pero con más energía, fuerza y unidad».

De inmediato habló Cortés de Madariaga, quien dio a entender que el reconocimiento de la independencia de Venezuela por otras naciones sería una realidad tan pronto como se constituyese un gobierno estable. El almirante Brión, como lo habían hecho los demás, destacó que al instituir ese gobierno se estaban cumpliendo los propósitos del general Simón Bolívar, y ofreció el apoyo de las fuerzas navales que mandaba.

Los demás personajes presentes manifestaron todos su acuerdo y en consecuencia, Mariño declaró instalado el Congreso Supremo de la República, ante el cual dimitió su cargo de segundo jefe del Ejército y también presentó la renuncia de Bolívar sin consultar a este, que se encontraba en Guayana y nada sabía de aquella reunión. De inmediato, tanto el propio Mariño como Brión, Zea y Cortés de Madariaga salieron del recinto, y el Congreso propiamente dicho (del cual aquellos no eran miembros) empezó a sesionar bajo la presidencia de Francisco Javier Mayz, quien había sido diputado del Congreso Constituyente de 1811-1812 y miembro del Triunvirato Ejecutivo durante la Primera República.

Se restablecía de este modo la conexión con las instituciones de los «Estados Unidos de Venezuela», de los que se decía representante el Congreso de Cariaco. Los miembros de este fueron, además de Mayz y del diputado-secretario Urbaneja, los ya mencionados Vallenilla, Isava, Navas, Maneiro y los 2 Alcalá: en total 8 diputados.

Estos procedieron a elegir un Poder Ejecutivo plural, compuesto de 3 individuos (igual que el de 1811-1812), que fueron el general Fernando Rodríguez del Toro (quien había sido elegido en 1812 miembro del Triunvirato Ejecutivo y que no llegó a tomar posesión entonces), el diputado Francisco Javier Mayz y el general Simón Bolívar.

Como el primero estaba refugiado en la isla de Trinidad, baldado por una herida de guerra recibida en 1811, y Bolívar combatía en Guayana, entraron a sustituirlos como integrantes interinos del Triunvirato Francisco Antonio Zea y José Cortés de Madariaga.

El Poder Judicial, elegido también por el Congreso de Cariaco el día 8 de mayo, estuvo constituido por los letrados Juan Martínez Alemán, José de España, Gaspar Marcano y Ramón García Cádiz.

Como capital provisional de la República fue designada La Asunción, en la isla Margarita. En el acta de la sesión se dejó constancia de que el mando militar les era conferido de nuevo por el Congreso a los generales Bolívar y Mariño, denominando a este último «general en jefe del Ejército» e incitando a Bolívar a presentarse en la nueva capital tan pronto como lo permitiesen «sus atenciones militares» a fin de ocupar su lugar en el Triunvirato Ejecutivo.

En la sesión del día 9 el «Congreso Federal», nombre con el cual se autodesignó en el acta de ese día, recibió el juramento del «general en jefe de los Ejércitos de la República y jefe de la fuerza armada» Santiago Mariño y del almirante Luis Brión, quienes reconocieron la autoridad del Congreso como soberana y se comprometieron a respetar y cumplir la Constitución Federal de 1811.

De inmediato se juramentaron como miembros del Poder Ejecutivo, Mayz, Zea y Cortés de Madariaga y luego, el Congreso se declaró en receso, suspendiendo indefinidamente sus sesiones.

Como cuerpo emanado del Congreso de Cariaco, el Triunvirato empezó a funcionar el mismo día 9, nombrando para desempeñar interinamente la Secretaría de Estado a Casiano de Bezares y la de Guerra y Marina a Zenón García de Sena.

El día 10, desde Cariaco, Mariño dirigió al pueblo venezolano una proclama en la cual, titulándose ya «primer jefe de los Ejércitos de la República», les comunicaba el «restablecimiento del gobierno representativo».

El Triunvirato se trasladó a Margarita y se estableció en Pampatar, donde el 12 de mayo de 1817 le dio a la isla el título de «Nueva Esparta».

Dictaron también, en los días siguientes, una Ley Marcial, un decreto por el cual se incorporaron las 7 estrellas a la bandera nacional, y otro que concedía una rebaja en los derechos de importación a los productos de Inglaterra y Estados Unidos, así como otras ventajas a los navegantes y comerciantes de estos países.

Finalmente, se acordó enviar agentes diplomáticos a Washington y a Londres. Poco después, a fines de mayo de 1817, el Triunvirato emanado del Congreso de Cariaco se disolvió también. Los generales Rafael Urdaneta, Antonio José de Sucre y un grupo numeroso de oficiales desconocieron la autoridad de Mariño y los acuerdos tomados en Cariaco.

Sabían muy bien que el verdadero objetivo de los organizadores del Congreso había sido desconocer a Bolívar. Este, en una carta a Martín Tovar Ponte (6.8.1817), resumía su opinión acerca de esa coyuntura, así: «El Canónigo restableció el gobierno [...] y ha durado tanto como casabe en caldo caliente. Nadie lo ha atacado y él se ha disuelto por sí mismo [...] Aquí no manda el que quiere sino el que puede».

Bibliografía

  • Salcedo-Bastardo, José Luis. Diccionario de Historia de Venezuela. Fundación Polar.
  • Arias Argaez, Daniel. «El Congresillo de Cariaco». En: Academia Colombiana de Historia. Bogotá, 1936.
  • Brice, Ángel Francisco. «Congresillo de Cariaco». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 200, octubre-diciembre, 1963.
  • Gómez, José Mercedes. «La verdad sobre el Congreso de Cariaco». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 276, octubre-diciembre, 1986.
  • Parra Pérez, Caracciolo. «Antecedentes inmediatos del Congresillo de Cariaco». En: Revista Shell. Caracas, núm. 11, 1954.