Tomás de Jesús Quintero

Caracas 1793 — Madrid 1837

Educador, secretario particular del arzobispo Narciso Coll y Prat. Agente secreto de la República en España. Cursó estudios en la Universidad de Caracas, donde se graduó de bachiller en artes (humanidades) en 1808. Posteriormente se hizo doctor en ciencias eclesiásticas. Alumno de Juan Germán Roscio. Cuando era todavía un adolescente, leyó las producciones poéticas de Andrés Bello. Y aunque no trató a este, Quintero fue amigo de su hermano menor: Carlos Bello. Entusiasta partidario del movimiento del 19 de abril de 1810, al triunfar este fue nombrado secretario de José Félix Ribas. En febrero de 1811, Quintero polemiza en las páginas del Semanario de Caracas con el redactor José Domingo Díaz acerca de la longevidad de los patriarcas, según el Antiguo Testamento. En la polémica, además de Quintero y Díaz, intervinieron Francisco Fajardo y Mateo Hernández Guerra. En 1812, le fue encomendada la cátedra de Lugares Teológicos e Historia Sagrada, que dictaba en la Universidad de Caracas el presbítero Juan Nepomuceno Quintana. Al morir este, Quintero la obtuvo en propiedad. En diciembre de 1816, viajó a España como secretario particular del arzobispo Narciso Coll y Prat. En Madrid, fue el amanuense que escribió los extensos memoriales redactados por el arzobispo en su autodefensa y colaboró con él lealmente. Allí conoció -en 1821- a los plenipotenciarios de la Gran Colombia José Rafael Revenga y José Tiburcio Echeverría. Al salir de Madrid, después del fracaso de la misión de paz, Revenga nombró a Quintero agente secreto de la República en España. A partir de aquel momento, Quintero adoptó para firmar su correspondencia el seudónimo Thomas Farmer, versión inglesa de su propio apellido. Está al lado de Coll y Prat al morir este en Madrid el 28 de diciembre de 1822. Siguiendo instrucciones del prelado, Quintero hace extraer su corazón y lo conserva hasta que pueda ser conducido a Caracas. Mantuvo correspondencia clandestina con cancilleres y diplomáticos de la Gran Colombia, como el ya citado Revenga, Pedro Gual, Manuel José Hurtado, José Fernández Madrid y Andrés Bello. Informaba acerca de la situación política, económica y militar de España, en cuanto podía interesar a América. En sus cartas para Bello, por quien sentía gran admiración, Quintero mencionaba igualmente temas literarios. Casó con Eugenia Palomares. En 1834 se planteó en España el dilema de continuar las hostilidades con las perdidas colonias, o de hacer la paz y reconocer su independencia. José Domingo Díaz era partidario de la guerra a ultranza y Quintero polemizó con él, abogando por la paz, en una carta que se incluyó en el folleto del coronel Jorge D. Flinter, titulado Consideraciones sobre la España y sus colonias y ventajas que resultarían de su mutua reconciliación (Madrid, 1834). Tres años después, Quintero moría, víctima de la tuberculosis. Durante muchos años, en la historiografía venezolana no se conoció la verdadera identidad de Thomas Farmer, hasta que investigaciones de Pedro Grases la revelaron. En diversas fuentes el nombre de Quintero aparece escrito Tomás José, José Tomás, o Tomas F.

Autor: Manuel Pérez Vila

Quintero, Tomás de Jesús

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