Píritu

Capital del municipio Píritu en el estado Anzoátegui. De origen indígena. Algo apartado del mar, ocupa una depresión en la poco desarrollada sierra del litoral y a unos 120 m de altitud. La temperatura media es de 26,5 °C y las precipitaciones medias anuales se reducen a unos 700 mm. Su nombre es voz cumanagota. Significa «palma pequeña» o «quebrada donde se da la palma». A la llegada de los españoles estaba habitado por indígenas llamados píritus, que le dieron nombre a esta región. Hacia 1532 se le conocía con el nombre de «provincia de Píritu». Diego Fernández de Serpa propuso, en 1568, la fundación de una ciudad con un puerto para poder conquistar la tierra y dar principio a su gobernación de la Nueva Barcelona. Esta ciudad se llamó Santiago de los Caballeros, cuyos distritos serían las provincias de Píritu, Chacopatas y Cumanagotos, entre los ríos Neverí y Unare. La fundación se llevó a cabo en el morro de El Salado; hecho esto, marchó tierra adentro visitando el pueblo indígena de Píritu y su cacique Cavare, o Cavallo, aliado de los españoles y que hablaba castellano. Cuando en mayo de 1570 los chacopatas atacaron y asediaron Santiago durante 14 días, este cacique ayudó y puso a salvo con sus piraguas a las mujeres, niños e inválidos llevándolos a Cumaná y Margarita; después de estos sucesos, la Real Audiencia de Santo Domingo decretó que los indios píritus nunca fuesen encomendados. Cavare y su mujer se bautizaron con los nombres de Juan y Ana. En la capitulación de Francisco de Vides -del 23 de marzo de 1592- se le ordenaba fundar un pueblo por lo menos de 80 vecinos en el puerto de Píritu, como vía de penetración para el descubrimiento de El Dorado; en 1594, se acusaba a Vides de no haber cumplido con esto. No sería hasta 1650, o 1651, cuando los misioneros capuchinos aragoneses fundaron el pueblo de indios de Concepción de Píritu, o Píritu Viejo, atendido por fray Francisco de Pamplona y abandonado en 1652. Tenía entonces 50 casas. En 1656 llegó allí la misión de los franciscanos observantes encabezada por fray Juan de Mendoza, refundando el pueblo como Nuestra Señora de la Concepción de Píritu, los padres Lorenzo de Magallón y Antonio de Monegrillos. En 1750 desembarcó allí Juan Francisco de León durante su insurrección contra las autoridades y la Compañía Guipuzcoana. Visitado por fray Íñigo Abbad en 1773, quien dice que tenía 468 familias y 1.497 habs., que llevaban a cabo la defensa de la costa, desalojando a los holandeses cuando se apoderaron de la salina de Unare y en otros ataques; tenía un cuerpo armado de custodia permanente. Se daba abundante la pesca, tenían ganado vacuno y mular y una hacienda de cacao en Cúpira. Su iglesia era la mayor de las misiones del obispado. Diez años después, según Luis de Chávez y Mendoza, tenía 1.411 habs., más 215 indios fugitivos. Se sembraba un poco de añil pero la tierra era buena para algodón y tabaco. Chávez hizo entrega al alcalde y justicia mayor de una máquina o torno de hilar algodón y de un telar, costeado personalmente por él, entrenando a uno de los naturales para tejer según un nuevo método y encargando que se llevase al pueblo un maestro tejedor desde Clarines. En 1775, los indios celebraban las fiestas de la misión con corridas de toros. Durante la Guerra de la Independencia hubo encuentros en Píritu en 1816 y fue ocupada por los patriotas Hilario Torrealba y Braulio Fernández en 1821. Durante la Guerra Federal se dio allí un combate el 20 de octubre de 1859; ocupada por los federalistas en 1861, tomada por las fuerzas del Gobierno, el 6 de enero de 1862 fue recuperada por las tropas al mando de Matías Alfaro. Nacieron en esa población los militares Lino Marrero, Matías Alfaro y el procer civil Fernando Peñalver; el poeta, periodista y militar Tomás Ignacio Potentini. Vivió allí y ejerció el comercio con una pulpería, el que luego sería comandante realista, Francisco Tomás Morales. La economía es agropecuaria y de poco desarrollo. Son conocidos sus muebles de artesanía, especialmente las sillas. Dependen de ella las parroquias Boca de Uchire, Píritu, San Miguel y Sucre. Es de sumo interés arquitectónico la iglesia colonial del siglo XVIII de Nuestra Señora de la Concepción, restaurada en 1953-1954, que, por su ubicación, domina el pueblo; plaza Bolívar, balnearios: bahía de Píritu, lagunas Píritu y Unare, las isletas; buceo y pesca submarina. Se celebran las fiestas de Nuestra Señora de los Desamparados (mayo). Se comunica con Puerto Píritu (6 km) y con Clarines (16 km). Dependen de ella las parroquias Píritu y San Francisco. En 1950 censó 1.099 habs.; 2.479, en 1971; en 1981 el municipio tenía 8.123; y censó 5.879, en 1990.