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Origen de los poblados Larenses

De La Venciclopedia

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Nueva Segovia de Barquisimeto

Barquisimeto es la actual capital del estado Lara a la cual han denominado “la ciudad de los crepúsculos", por puestas de sol que le caracterizan, Barquisimeto se encuentra entre las más antiguas ciudades venezolanas, ubicada en el occidente venezolano, entre las primeras referencias realizadas en torno a dicha ciudad se halla la Federman en 1530 donde se refiere "...la provincia de Variquecento..."(1). Altolaguirre hacia 1546 la señala como "...y las montañas que confinan al valle de Bariquisimeto..."(2). posteriormente en 1564 es señalada con el nombre de Nueva Segovia de Barquisimeto(3).

La Ciudad es fundada en un día no especificado de los primeros meses del año 1552 por el gobernador Juan de Villegas cercano al río Buría, según José de Oviedo y Baños “... fue donde hoy llaman el Tejar...”(4). En su fundación se hallaban varias personalidades de notoria figuración del proceso de “conquista y colonización” del territorio venezolano. entre los que destacaban Diego García de Paredes, fundador de Trujillo; Damián del Barrio, Diego de Losada, fundador de Caracas; Luis de Narváez, Gonzalo Martel, Mellchor Guruel (alemán), Pedro Suárez del Castillo, Gonzalo de los Ríos, Juan de Zamora, Diego de la Fuente, Sancho Briceño, Francisco López de Triana; a la nueva ciudad se le llamó “Nueva Segovia de Barquisimeto”, para inmortalizar así la localidad de donde era oriundo Juan de Villegas. Diego de Losada y Damián del Barrio fueron los primeros Alcaldes de Nueva Segovia de Barquisimeto. En tiempos del gobernador Alonso Arias de Villasinda quien gobernó entre 1553 y 1557 se trasladó dos leguas buscando hacia El Tocuyo, motivado a lo poco sano del ambiente en que se hallaba. En esta nueva ubicación los sorprendió Lope de Aguirre (el tirano), quien al no encontrar gente, que huían espantadas de la posibilidad de toparse con este hombre sanguinario" ...lo mandó a quemar y arruinar, y así fue asolada la mayor parte de él, por lo cual los vecinos acordaron no reedificar allí sus casas ... ". De allí fueron a establecerse en el sitio donde hoy se encuentra, a orillas del río Turbio (o Barquisimeto en lengua aborigen) (5).

Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo

El Tocuyo fue la segunda ciudad fundada en tierra firme, después de Santa Ana de Coro. Luego, saldrían de su seno tantas comisiones a fundar y constituir otros pueblos, villas y ciudades de la provincia de Venezuela. El Tocuyo nace con el nombre de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción, fundada por el gobernador Juan de Carvajal el 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción) de 1545, en un valle bañado por el río Tocuyo al que nombraban los indígenas, habitantes del lugar, Guay. Pero fue El Tocuyo el nombre que se perennizó. Allí residían al principio hombres y mujeres de la etnia Cuiba a quienes desplazaron los Gayones, parcialidad que encontraron allí los españoles y alemanes que pretendían colonizar el lugar. Estos gayones practicaban la antropofagia ritual, para asimilar la fortaleza física o moral de ciertos representantes de las naciones enemigas que cayeran en sus manos. El conquistador Juan Pérez de Tolosa dice en una información acerca de ellos: pelean con arcos y flechas, macanas y piedras y es gente belicosa. La mayor parte de ellos comen carne humana y son indios pobres y miserables, que andan desnudos y duermen en el suelo sobre unos palos.

Juan de Carvajal, el fundador, había salido de Coro, la única ciudad existente, con más de 150 vecinos, rumbo al Sur. Ya se conocía la existencia del fértil valle del río Tocuyo. Como dice la historiadora y académica Ermila de Veracoechea: ... por primera vez en nuestra provincia sale una expedición en que se incluyeron mujeres y niños, además de ganado, ya que la finalidad no era descubrir nuevos horizontes, en pos del fabuloso Dorado, sino asentar familias españolas en una zona fértil donde se pudiera sembrar y cultivar la tierra y criar el poco ganado que habían podido sacar de Coro",

El 2 de julio de 1563, el rey Felipe II " ... la honró con el título de muy leal ciudad de más del título que tenía de ciudad acatando a los buenos y leales servicios que la dicha ciudad y vecinos de ella le habían hecho", como explica en sus Relaciones Angel de Altolaguirre y Duvale.

En una Relación de julio de 1766 enviada por el subinspector de milicias y juez visitador de la ciudad, don Juan de Salas, al gobernador de la provincia don José Solano y Bote, le detalla que en el lugar: "Es el temperamento sumamente sano, de forma que hay muchos octogenarios y nonagenarios y no se experimenta enfermedad común que unos mueren de una y otros de otra, de edad tierna son muy pocos los que mueren, por cuya causa es muchísima la gente que procrea en esta Ciudad, que no cabiendo en los cortos límites de ella, se ensancha a aumentar las demás jurisdicciones". La misma relación da cuenta de la pobreza ese año: "La falta de comercio ha sido causa de que esta Ciudad no sea bastante populosa, pues las cortedades de los vecinos, o los hace mudar domicilio, o vivir en una corta choza con estrechez por no ser suficientes sus fuerzas para emprender obras, o fábricas de algún costo por lo que muchos solares se hallan despoblados: aunque de 40 años a esta parte se ha aumentado otro tanto de lo que antes era ".

Por su parte, José Luis de Cisneros, en 1764, en su Descripción exacta de la provincia de Venezuela, dice que la ciudad de El Tocuyo: " ... es una de las mejores que tiene su provincia, rica y abundante de víveres, de modo que no necesita, sino de vino y aceite; sus moradores son muy agudos y sumamente económicos ( ... ) Los frutos, que producen su terreno, es azúcar blanca y prieta de los muchos trapiches que tienen en su jurisdicción: también se siembra trigo, que lo produce el terreno en abundancia. La harina es de muy buena calidad y de ella se provéen las ciudades de tierra adentro. También hay grandes crías de ganado menor; y de sus lanas fabrican diferentes tejidos...".

San Juan Bautista del Portillo de Carora

Esta localidad de las más antiguas del país tuvo principio en 1569 por el poblador don Juan del Thejo o Trejo, en un lugar ubicado posiblemente hacia el noroeste de la actual ciudad. Esas sabanas habían sido recorridas mucho antes por los conquistadores. quienes hallaron allí: Mucho número de indios de naturaleza afable y condición liberal, con sobrada abundancia de bastimentos ... como señala Oviedo y Baños. La localidad fue mudada y es redundada por Juan de Salamanca con el nombre de San Juan Bautista del Portillo de Carora, en el sitio de Baraquigua, el 19 de junio de 1772, con 70 hombres, a orillas del río Morere o de Las Auyamas.

San Antonio de Los Naranjos de Humocaro Alto

En este lugar se hallaban dispersos muchos indios de nación Coyones; en virtud de órdenes del gobernador Francisco La Hoz Berrío, quien se hallaba en el valle de Humocaro en las posesiones de Gracián de Alvarado. Desde allí nombró capitán poblador a don Luis Alvarado Muñatones en junio de 1620, para que recogiera los indios en un solo sitio al cual se llamó desde entonces San Antonio de los Naranjos de Humocaro Alto desde cuando data su estructuración como pueblo, con altibajos.

Nuestra Señora del Rosario de Humocaro Bajo

Fue este otro de los varios pueblos que ordenó fundar el gobernador La Hoz Berrío durante su visita gubernativa a El Tocuyo en 1620. El gobernador escogió las tierras del encomendero Juan Ochoa de Lozada para establecer el centro poblado, nombrando juez poblador a este personaje, quien durante 6 meses mantuvo a los indios a su propia costa mientras se afianzaba definitivamente la población.

San Felipe de Barbacoas

En el valle de La Montaña o Barbacoas, donde el padre Juan Sánchez tenía una doctrina de indios coyones, el gobernador La Hoz Berrío, en junio de 1620 dispuso que se constituyese un poblado. designando como capitán poblador al escribano del gobernador llamado Juan Luis, para que poblase el lugar al cual se llamó desde entonces San Felipe de Barbacoas.

Nuestra Señora de Altagracia de Quibor

En este sitio de Quíbor tenían encomiendas Luis Alvarado Muñatones, Sebastián de Arejula, Pedro Llovera, Gracián de Alvarado Muñatones, el mozo; Juan de Quirós, Alonso Freire, Magdalena de Villegas y Sotomayor y otras personas. El propio Gobernador Francisco de La Hoz Berrío, en los primeros días de junio de 1620 procedió a fundar este poblado con el nombre de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor. habitaban allí indígenas de las naciones gayones, ajaguas, camagos, coyones, caquetíos y jirajaras. Al momento de la visita del obispo Mariano Martí en agosto de 1776, encontró al pueblo muy desanimado y con los indios desperdigados; los habitantes alcanzaban a 1167 personas, de los cuales 992 eran indios y 175 de otras castas.

Santa Cruz de Guárico

Este pueblo de doctrina también fue fundado en 1620 por orden del gobernador Francisco La Hoz Berrío, en un lugar en el que fungía de sacerdote desde hacía muchos años el padre Manuel López. En 1625 cuando la visitó el obispo Gonzalo de Angulo eran sus encomenderos, entre otros, Alonso Martín Camacho, Alonso Pacheco de Villanueva, Luis de Torrellas y Vega, capitán Juan Pérez de Hurtado. Los indios de la doctrina eran coyones. Su población según Martí- en 1776 era de 1297 habitantes, de los cuales el 57% se hallaba en los campos laborando.

Santa Ana de Sanare

Esta doctrina de indios coyones fue fundada igualmente en 1620 por el afán poblador del gobernador La Hoz Berrío. En 1625 se habían incorporado al pueblo de la Santa Cruz de Sanare indígenas de nación guamonteyes y noaras. Entre sus primeros encomenderos figuraron don Manuel de Silva y Sebastián de Arejuela. En 1776 refiere el obispo Mariano Martí vivían blancos, negros, mulatos, zambos e indios. Su población era de 2053 habitantes, con un 80% de indígenas. La población se repartía en 583 casas.

San Miguel de Cubiro

También data de 1620 este pueblo de indios, fundado por disposición del gobernador La Hoz Berrío. Sus primeros encomenderos fueron Francisco de la Peña, Francisco Fernández de Escorcha, Capitán Gonzalo de Piña Ludueña, Bartolomé de Aguilar, capitán Francisco Angulo, etc. Cura doctrinero era el padre Andrés Márquez Escorcha. En 1776 tenía cabildo de indios y lo habitaban 608 personas, en mayor suma indígenas, repartidos en 621 casas. Se caracterizaba este poblado por la frecuencia de los bailes y el consumo de bebidas espirituosas que el sacerdote intentaba detener en vano.

San José De Siquisique

En junio de 1620 durante su comentada visita a la jurisdicción de El Tocuyo, el gobernador Francisco de La Hoz Berrío designó a Francisco Cano Valero como juez poblador de este pueblo de doctrina, ubicado en el valle de Sicare, cuyos encomenderos eran Alonso Serrano, Francisco Cano Valera, Juana Ibáñez de Rentería, Antonio de Ocanto, Francisco Andrea, capitán Juan Mateos, Juan de Rojas Valderrama, Francisco Fonseca y Pedro Rivera. El principio de la población al parecer ocurrió en enero del año siguiente, 1621, cuando se dieron cita en el lugar el juez poblador los encomenderos y los indios para el acto oficial en el valle de Sicare.

En 1768 su población era de 1284 habitantes y en 1776, el obispo Martí le adjudica 2.065 habitantes en 283 casas.

Santiago de Río Tocuyo

En el sitio de Agua de Obispo o hato viejo del capitán Alonso Gordón se fundó la doctrina de Río Tocuyo el 28 de noviembre de 1620. Anteriormente, el gobernador La Hoz Berrío designó como capitán poblador en el sitio a Diego Gordón, luego que una comisión integrada por Francisco Pérez Albarrán, Francisco Andrea, Juan Martín de Albújar y el propio Gordón, escogiera el sitio apropiado para la iglesia, plaza, casas principales, etc. En 1768 reunía 660 habitantes y Martí en 1776 le señala 1484 habitantes en casi 300 casas.

Nuestra Señora de La Chiquinquirá De Aregue

La orden de fundación de esta doctrina provino de La Hoz Berrío en 1620, pero no procedió la misma sino hasta los primeros meses I del año 162 L cuando se estableció en el sitio del valle de Dariguaco y entre sus encomenderos figuraron Francisco Pérez, María Gutiérrez (sitio de Tegueche y Mitagache) y Juan Martín de Albújar (sitio de Mitagache). Fue sacerdote de esta doctrina en sus comienzos el padre Bartolomé López de Pedroza. En 1768, según Altolaguirre y Duvale su población era de 356 habitantes y en 1776, el obispo Martí le señala 1131 habitantes.

San Juan Bautista de Duaca

En 1620, por disposición del gobernador La Hoz Berrío, se funda este pueblo, sin precisarse mes ni día exacto. Los adoctrinados eran indios gayones, jirajaras y ayamanes en encomiendas propiedad de Lope de Revellón, Francisco de Salceda, Pedro Gómez, Hernando Sánchez, Ambrosio Sánchez de Oviedo, Catalina de Torres Vidaurreta (mujer de Francisco Salceda) y Francisco Amigo. Hacia 1643, el doctrinero padre Félix del Castillo informa que en el pueblo de Duaca sólo residían 20 indios encomendados a Francisco Amigo; los más numerosos, encomendados a Lorenzo Vásquez y Juan de Rodas se habían escapado a mediados de 1641. En 1779 el obispo Mariano Martí le asigna 551 habitantes en 90 casas. Al parecer se desmembró el poblado y en 1671 comenzó a reestructurarse.

Santa Rosa de Lima del Cerrito

Este pueblo se llamó al principio Santo Tomás de la Calera y estaba erigido en otro lugar que en 1643 estaba extinguido por lo enfermizo del sitio y la mortandad de indios a consecuencia de ello. Lo repoblaron en proceso que iniciaron los capuchinos a partir de 1671 en su sitio original inmediato al actual pueblo portugueseño de Araure; en 1673 obtuvieron permiso para trasladarlo del obispo fray Antonio González de Acuña y el gobernador Orejón Gastón, para las orillas del río Barquisimeto y le cambiaron el antiguo nombre de Santo Tomás de la Calera por el de Santa Rosa de Lima del Cerrito, al parecer como halago al obispo de Venezuela que fue el procurador en el proceso de canonización de la virgen peruana y su primer biógrafo. En 1779 Martí le señala 3.344 almas y 577 familias.

Nuestra Señora de Guadalupe de Bobare

Con indios gayones que se resistían a la reducción en centros poblados se constituyó Bobare por misioneros capuchinos, posiblemente hacia 1732. Participación decidida en su fundación la tuvieron los frailes Salvador de Cádiz, quien en unión del vicario de Barquisimeto Diego de Ulazia, procedieron a convencer a los indios para que constituyesen el nuevo poblado. En 1746 tenía Bobare 283 habitantes; en 1779 Martí contabiliza 297.

San Nicolás de Bari de Sarare

Como dice el erudito y acucioso investigador Ambrosio Perera: "No hay que buscar en la génesis de aquella población un acto llevado a cabo en determinada fecha y en virtud de un proceso encaminado a efectuar su fundación. No tuvo Sarare una cuna jurídica. Nació por generación espontánea, como cristalización de la necesidad social y religiosa de los habitantes de los fundas que enriquecían la comarca". En todo caso, se tiene como punto de partida de la parroquia eclesiástica a mediados del siglo XVIII (1753-54). Cuando llega al sitio el 12 de febrero de 1779 el obispo Mariano Martí, existen en él 1.190 habitantes distribuidos en más de 170 casas.

Arenales

El 11 de junio de 1776 el obispo Mariano Martí, que se hallaba de visita pastoral en Carora, observó la necesidad de erección de nuevos curatos en la jurisdicción, por la abundante feligresía dispersa en algunos sitios. En esa fecha dispuso la erección de los nuevos poblados de Arenales, Moroturo y Baragua. Así lo dice en su Libro Personal: "En este territorio o jurisdicción de Carora he dispuesto se erijan o funden tres curatos a más de los que he hallado o visitado. Uno se erige a la parte Oriente en el sitio llamado los Arenales, el cual curato comprende los sitios de Curariguita y Atarigua y otros, y como son tan pobres estos vecinos, acudo al Rey para que mande se pague de Cajas reales el estipendio a este cura". Así surgió Arenales, contándose en una matrícula formada por Martí, más de 600 habitantes repartidos en el área de su jurisdicción.

Nuestra Señora de Altagracia de Curarigua de Leal

En este lugar se rendía culto en una ermita, a Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de las islas Canarias. El sitio era propiedad de los Oropeza de Carora y una matrícula levantada por el obispo Mariano Martí en 1776 en el valle de Curarigua, estableció la presencia de 569 habitantes entre españoles y gentes de otras castas. El 9 de mayo de 1780 el prelado español dispuso su erección parroquial y comenzó un proceso ante las autoridades civiles que, aceptando la nueva fundación, motivó que el obispo emitiera otro auto de fecha 2 de mayo de 178 L para fundar definitivamente el poblado de Nuestra Señora de Altagracia de Curarigua de Leal.

Nuestra Señora de La Candelaria de Cabudare

El 3 de octubre de 1785 el obispo Martí erigió el curato en el sitio de Cabudare, medida que no fue cumplida inmediatamente, sino a pasos muy lentos. En 1793, uno de los propietarios de la zona, el alférez Juan José de Alvarado obtuvo permiso para construir una capilla en el lugar, donde poseía haciendas de caña de azúcar, cacao y añil, pero dicha capilla no fue construida y continuó pasando el tiempo. El 27 de enero de 1818, en plena guerra de independencia se reunieron en el sitio de Cabudare los curas de Barquisimeto Sebastián Bueno y José Antonio Meleán, el cura de Santa Rosa, Juan Francisco Mújica y los testigos Manuel de Zavala y Alejandro de Ponte, quienes determinaron los linderos del nuevo curato de Cabudare. Con todos estos informes, el padre Manuel Vicente de Maya dictó el primero de abril de ese mismo año 1818 un auto erigiendo la parroquia de Cabudare con el nombre de Nuestra Señora de La Candelaria. Había muchos vecinos españoles en ese momento.

Baragua

En 1776 él obispo Martí concedió permiso para levantar una capilla y decir oficios religiosos en el sitio de Baragua, pero este proyecto fue tardíamente cumplido. Así transcurrió el tiempo y sólo fue el 27 de noviembre de 1840 cuando la Diputación Provincial de Barquisimeto y con refrendo del Poder Ejecutivo, crea la parroquia civil de Baragua. La parroquia eclesiástica existía desde 1851.


Fuentes

  • 1. FEDERMAN NICOLAS. Historia indiana (MDLVII). Traducción directa del alemán por Juan Friede. Madrid – España. 1958. pp.66.
  • 2. ALTOLAGUIRRE Y DUVALDE, ÁNGEL DE. (1764-1768). Relaciones geograficas de la gobernación de Venezuela. Ediciones de la Presidencia de la República de Venezuela. Caracas. 1954. pp.29.
  • 3. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. 1930. Encomiendas. Caracas - Venezuela Tomo II. pp.3.
  • 4. OVIEDO Y BAÑOS, JOSÉ DE. 1967. Historia de la conquista y población de Venezuela. Caracas – Venezuela.
  • 5. BANCO MERCANTIL. 1985. “Estados de Venezuela Lara”. Cuadernos Estadales del Banco Mercantil núm. 12. Caracas – Venezuela. pp.16.