Acciones

Nicolás de Castro

De La Venciclopedia

{{{nombres}}} {{{apellidos}}}
Nicolás de Castro
Nacimiento
Nacimiento Desconocida
Lugar Ciudad Rodrigo, España
Muerte
Fecha 25 de agosto de 1772
Lugar Panamá
Perfil
Profesión Militar, escritor

Nicolás de Castro Álvarez Maldonado fue un militar y escritor español nacido en Ciudad Rodrigo, España en 1710 y fallecido en Panamá el 25 de agosto de 1772. Promotor en Venezuela del estudio de las matemáticas y de la táctica militar.

Biografía

Fueron sus padres Nicolás de Castro y Formento y María Teresa Álvarez Maldonado. Como oficial del ejército español participó en las campañas de Italia contra los austriacos durante la Guerra de Sucesión de Austria (1741-1747). Es posible también que entre 1734 y 1735 hubiese ya tomado parte en la reconquista de Nápoles y Sicilia, pero de esto último no hay seguridad; el propio Castro se refiere en sus escritos a su actividad militar en Italia, pero sin dar precisiones.

Llegó a Venezuela a fines de 1749 o mediados de 1751, con las tropas veteranas que trajeron los gobernadores y capitanes generales Julián de Arriaga (1749) o Felipe Ricardos (1751) para develar la Insurrección de Juan Francisco de León. Era, en esa época, teniente coronel.

El 23 de octubre de 1755 contrajo matrimonio en Caracas con Rosalía Pacheco y Mijares de Solórzano y Tovar, hija del conde de San Javier. Entre el 27 de diciembre de 1757 y el 6 de enero de 1759, ejerció funciones de gobernador interino de las provincias de la Nueva Andalucía y Guayana, para la época unidas en una sola gobernación. Consta que en diciembre de 1759 se hallaba de nuevo en Caracas, donde era jefe del batallón Veterano que guarnecía la provincia de Venezuela.

En una comunicación fechada en esa ciudad el 24 de julio de 1760 y dirigida al gobernador y capitán general Felipe Remírez de Estenoz, ofrecía instalar en su propia casa, situada cerca de la plaza Mayor, una academia de geometría y fortificación destinada a la juventud de oficiales y cadetes del batallón cuyo mando ejercía, para que pudiese tener el Rey «...en poco tiempo abundante acopio de ingenieros en esta Provincia de que al presente totalmente carecemos...», según escribía. Esto condujo a historiadores a mencionarlo como oficial del Cuerpo de Ingenieros, aunque en ninguno de los documentos de la época consultados se le da ese título, el hecho de haber mandado un batallón de infantería parece indicar que pertenecía a esa arma. En todo caso, como oficial superior podía tener aquellos conocimientos sin ser forzosamente ingeniero.

El gobernador Remírez de Estenoz le concedió el día siguiente la autorización solicitada, y se cree que las clases se iniciaron poco después. En marzo de 1761 dirigió al Rey un informe donde exponía los progresos logrados hasta entonces por la Academia y el 16 de julio siguiente, Carlos III, por medio del secretario de Marina e Indias Julián de Arriaga, le dio su aprobación.

Debe tenerse en cuenta que en el ámbito militar, en aquella época, la palabra academia no designaba a una institución formal, sino los conocimientos que un militar instruido transmitía en forma regular a los cadetes y oficiales jóvenes, lo cual estaba previsto en las ordenanzas militares dictadas por el Rey en diversas ocasiones, y que fueron recopiladas en 1728 en 2 volúmenes impresos en Madrid. Para el uso de los cadetes alumnos de la Academia, la Corona hizo enviar más tarde varios libros de matemáticas, pero entre tanto el propio profesor había elaborado unos textos sobre Fortificación de campaña, geometría, fortificación regular, que contenían ilustraciones.

Continuó cumpliendo sus funciones docente-militares, a la vez que ejercía el mando del batallón Veterano, hasta que Remírez de Estenoz decidió en octubre de 1761 reducir los efectivos de ese cuerpo y dispuso que el teniente coronel Castro cesara en el mando, aunque manteniéndolo en la provincia con su mismo sueldo.

En marzo de 1762 el Rey, a través de Arriaga, aprobó lo hecho por el gobernador y capitán general, pero ordenó que Castro continuara siendo el jefe de aquellas fuerzas. Las actividades de la Academia no se interrumpieron y continuaron por lo menos hasta 1768. Su Academia no era la única de la provincia, pues desde julio de 1761 el capitán de artillería Manuel Centurión había establecido una en La Guaira, con alumnos militares y civiles.

Durante el gobierno de José Solano y Bote, Castro fue tenido en alta estima y continuó al frente de la Academia y del batallón Veterano. Dedicaba sus ratos libres a componer poesías, así como un tratado en verso titulado Instituta militar; tenía también en curso de elaboración, 2 obras tituladas Preliminares históricos, para facilitar el estudio de la historia a los jóvenes cadetes y Disertaciones militares en la cual, según él mismo escribía, examinaba los puntos más problemáticos de la guerra.

En agosto de 1766 ya había sido promovido a coronel. En 1768 fue trasladado a Panamá, donde residió hasta su muerte ejerciendo las funciones de teniente de Rey. Allí terminó el manuscrito de su obra Instituta militar. Francisco de Miranda, quien conoció más tarde esta obra, lo consideró de mucho mérito y digno de su sabio autor.

Fuente

Bibliografía

Directa

  • Castro, Nicolás de. Axiomas militares e máximas de la guerra cuyo comento es la historia. Madrid: Imprenta de don Miguel de Burgos, 1815;
  • __. Fortificación regular: libro de texto de la Academia Militar Venezolana en el año 1762. Caracas: Imprenta Nacional, 1950.

Indirecta

  • Páez Pumar, Mauro. Orígenes de la poesía colonial venezolana. Caracas: Concejo Municipal del Distrito Federal, 1979.

Iconografía