Carora
De La Venciclopedia
Capital del municipio Torres en el estado Lara. Situada a orillas del río Morere, a 425 m de altura. Temperatura media de 27,7 °C con extremas de 39 y 14,2 °C. Precipitaciones anuales de 632 mm. Situada en una región de sabanas que relacionan el valle de Barquisimeto, las sierras de Falcón, y los Andes trujillanos; paso obligado desde occidente hacia Caracas y oriente. El paisaje es predominantemente árido, y su vegetación xerófita; cactáceas, cujíes y espinares. En tiempos prehispánicos la región estuvo habitada por indígenas ajaguas o achaguas, coyones, ayamanes y jiraharas. En 1530 y 1537, Nicolás de Federmann recorrió los alrededores, describiendo posteriormente lugares y particularidades de los indígenas; en los llanos de Carora se reunió con Martín de Meló y Juan Fernández de Alderete. Hacia octubre de 1569, el capitán Juan del Tejo salió de El Tocuyo y fundó la ciudad de Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora; ausente en Trujillo por habérsele nombrado juez de residencia, el gobernador interino Francisco Hernández de Chávez nombró teniente de justicia mayor de Carora a Pedro Maldonado, quien cometió una serie de atropellos con los habitantes, anulando los repartimientos de encomiendas, dando otros nuevos y trasladando la ciudad al sitio actual. Los vecinos apelaron al entonces gobernador Diego Mazariegos, quien el 18 de enero de 1571 lo sentenció a prisión en Coro, devolución de bienes y otros desagravios; a raíz de su partida para España, la ciudad se fue despoblando. Diego de Montes, capitán y justicia mayor, con autorización del gobernador y capitán general, envió al capitán Juan de Salamanca a refundar la población, lo cual hizo el 19 de junio de 1572, con el nombre de San Juan Bautista del Portillo de Carora, en el sitio de Bariquigua. Es una de las pocas ciudades venezolanas que cuenta con acta de fundación. En 1580 tenía ya 40 vecinos. En 1582 los franciscanos fundaron el convento de San Francisco. Una representación de la ciudad asistió a la reunión de cabildos convocada en Caracas por el gobernador Diego de Osorio en 1589. Para 1591 estaba lo suficientemente poblada como para que Osorio enviara, el 15 de septiembre, a Juan Fernández de León para reunir voluntarios y fundar una o 2 ciudades en los llanos. Desde sus comienzos, la ciudad fue centro de comunicaciones y de hatos de ganado vacuno y cabrío principalmente. La caña de azúcar se introdujo a partir de 1607; era entonces importante etapa para las recuas de mercancías que se desplazaban entre los llanos, la costa, occidente y Caracas. Desde mediados del siglo XVII se comenzó a sembrar trigo. Los indígenas gayones de la región fueron sometidos desde el principio, sin embargo, desde mediados del siglo XVII hasta el XVIII, algunos de ellos, que no se dedicaron a labrar la tierra, formaron bandas de asaltantes de caminos y ladrones de ganado, que mantuvieron en zozobra a viajeros y hacendados. El hospital de Carora se fundó hacia 1661. En 1671 el alcalde Agustín Riera resultó muerto en un alzamiento de vecinos por supuestos abusos cometidos. En la Relación de José Vicente de Tarbe, del 20 de mayo de 1768, se decía que era centro de cría de ganado, dependían de Carora 4 pueblos de indios: Siquisique, San Miguel, Aregue y Río Tocuyo y el valle de Moroturo, que tenían entre todos una población de 3.063 habs. En la ciudad había 703 blancos, 285 mestizos y 5.012 pardos y negros, es decir, 6.000 hab. Cueros, zapatos y otros artículos se cambiaban por dulces, cacao, tabaco y maíz; había algodón solo para consumo interno; tenía 8.000 cabezas de ganado mayor, 100.000 de cabrío, 1.290 de caballar y 200 muías; los indios fabricaban chinchorros; en el valle de Moroturo se daba cacao, tabaco y cedro que se llevaban a la costa por el río. El obispo Mariano Martí residió en Carora durante su visita, entre el 14 de mayo y el 17 de agosto de 1776; según él, los cueros constituían el renglón económico más importante, y se fabricaba todo tipo de artículos de ese material; también había trapiches de caña en los alrededores; la iglesia de San Juan Bautista se había quedado pequeña ante el aumento de la población. Tenía además la iglesia de San Dionisio, 4 capillas de la Santa Cruz y el convento de San Francisco. La casa del hospital era la mejor de la ciudad. Durante su estancia el obispo fundó 2 escuelas, una de leer, escribir y contar y otra de latinidad, poesía y retórica. Los recursos necesarios fueron proporcionados por las llamadas «cofradías del montón», de ganaderos, adquiriendo también un hato de 100 yeguas para manutención de las mismas y comprando la casa donde funcionarían. Su carácter de centro agropecuario, artesanal y comercial, continuaría hasta el siglo XIX convirtiendo a Carora en una próspera población. Esto mismo, sin embargo, la hizo víctima de saqueos y encuentros armados a partir de la Guerra de Independencia. En 1810, el brigadier Francisco Rodríguez del Toro la ocupó antes de su marcha sobre Coro. En 1811 fue nombrado su comandante el patriota Diego Jalón, derrotado al año siguiente cuando el sacerdote Andrés Torrellas se alzó en Carora a favor del Rey y el 23 de mayo entregó la plaza a Domingo de Monteverde, después de que este derrotara allí a Manuel Felipe Gil y a Florencio Jiménez. La ciudad cambió de manos varias veces; en 1814 fue tomada por José Ceballos, en 1821 la ocuparon las tropas patriotas de Carlos Soublette y fue visitada por Simón Bolívar. Entre abril y julio de 1822 fue el cuartel general de Soublette en sus encuentros contra Francisco Tomás Morales y Judas Tadeo Piñango, ese año fue cerrado el convento. En 1824 fue elevada a cantón del departamento de Venezuela. De 1830 datan las primeras prospecciones de fósiles prehistóricos llevadas a cabo allí por José Cortés Campomanes. Durante la Revolución Liberal Conservadora, se alzó en Carora Clemente Fonseca contra el gobierno de José Gregorio Monagas, el 11 de julio de 1854, simultáneamente con San Felipe y Quíbor y al siguiente día Barquisimeto, donde el general Juan Bautista Rodríguez ocupó la ciudad matando, según parece, al gobernador. Monagas envió al general Jacinto Lara a sofocar la rebelión, ocupando Carora y derrotando a Fonseca en Baragua el 8 de agosto. En 1856 fue erigida en cantón de la provincia de Barquisimeto. La ciudad, a pesar de todo, prosperaba. En 1855 el doctor Andrés Contreras fundó el Colegio de Filosofía San Andrés, que estuvo cerrado en diversas ocasiones y cambió de nombre a La Paz en 1865, vigente hasta principios del siglo XX. En enero de 1862, durante la Guerra Federal, Carora fue tomada por los federalistas; la ciudad y los alrededores serían defendidas por el general José María Rubén Celis; al año siguiente fue ocupada por el general Juan Crisóstomo Falcón. En la Revolución Azul de 1869, la ciudad fue tomada por las tropas de Hermenegildo Zavarce y Enrique Díaz Rojas; el 12 de diciembre sería ocupada por los liberales; el 21 de enero del año siguiente las tropas del gobierno la recuperaron, hiriendo gravemente a Díaz Rojas, quien moriría en Barquisimeto meses después. En abril fue ocupada por León Colina y en junio se alzaría el general José Manuel Hernández (el Mocho), hasta que Matías Salazar vence la resistencia «azul» en la batalla de Guama. En 1873 se abrió la carretera a Barquisimeto y se inauguró el acueducto. En 1875 llegó la primera imprenta y se publicó su primer periódico: La Patria, de José A. Mármol Herrera. En 1890 se instaló el telégrafo. Otra etapa bélica se inició en 1892, cuando la ciudad es tomada durante la Revolución Legalista, por las tropas de Joaquín Crespo. En 1898, durante la Revolución Liberal, el general José Manuel Hernández ocupó Carera el 1 de julio, antes de internarse en la sierra falconiana. Al año siguiente Cipriano Castro entraba a la ciudad procedente de los Andes, en su marcha hacia Caracas. La ciudad seguía desarrollándose y fue centro de un movimiento cultural notable; en 1894 se publicó Le Petit Figaro y otros folletos, en la imprenta Torres de los hermanos Carmona. En 1902 se inauguró el hospital San Antonio. En 1903 Rafael Losada publicó La Égida; el 1 de enero de 1904 se editó el primer número de El Impulso, diario de interés general más antiguo del país, que saldría en Carora hasta que en 1919 fue trasladado a Barquisimeto. En 1909 salió El Monitor y en 1919 El Diario, que duró hasta 1995. En 1901 se abrió la carretera con Pampán y San Timoteo; pero para 1910 la de Barquisimeto-San Felipe estaba intransitable, haciendo difíciles las comunicaciones, hasta que en 1925 se inauguró la Trasandina, que la comunicó con Caracas y occidente. Desde mediados del siglo XIX, fue centro de arrieros que distribuían las mercancías desde Carora a muchas partes del país. La ciudad se convirtió en importante productor azucarero, con el central Carora y ganadero; en esta área, desde mediados del siglo XX, hubo en Carora grandes adelantos en la producción de híbridos (ganado y pastos de gran rendimiento) y en la infraestructura productiva; se creó el ganado tipo Carora, gran productor de leche. Cultivos de tomate y pimentón. Se instalaron también industrias de elaboración de alimentos, procesadoras de hortalizas y aguardiente de cocuy. El río Morere proporciona el agua para regar los campos de caña de azúcar; aunque sus crecidas estacionales llegaron a producir inundaciones de consideración en los años 1893, 1910, 1937 y 1973. Hoy se abastece también de la represa de Curarigüita. Es uno de los mayores productores de leche y derivados lácteos de Venezuela. En la población de Altagracia, Pomar inició experimentalmente desde 1986 la producción de vino de bodega y la primera cosecha se embotelló en 1990. La tradición artesanal de Carora continuó con la producción de objetos de cuero, cerámica, chinchorros, sombreros e instrumentos musicales; estos últimos parte integral de su rico acervo cultural popular, cuya expresión más destacada la constituye el baile del tamunangue. El casco antiguo de la ciudad es patrimonio histórico artístico nacional. Nacieron en Carora personajes importantes de la historia venezolana, como los oficiales de la Independencia Pedro León Torres, Julián Montes de Oca, Estanislao Castañeda, los religiosos: Ildefonso Aguinagalde, educador y político, los prelados José Manuel Arroyo y Niño, Salvador Montes de Oca, el arzobispo Críspulo Uzcátegui y el presbítero Andrés Manuel Riera Aguinagalde. La familia Oropeza dio abogados y políticos desde la Colonia, como Juan, Juan Manuel, Ramón Pompilio y el médico Pastor Oropeza. Historiadores como el doctor Ambrosio Perera, Ismael Silva Montañés, escritor, editor, fundador de la tipografía El Arte en 1931; Cecilio Zubillaga, periodista, historiador, cuya casa hacía las veces de ateneo, con reuniones y tertulias literarias; el poeta y periodista José Antonio Mármol Herrera; el escritor y periodista José Herrera Oropeza; el abogado, periodista y empresario Juan Carmona Figueroa, Rafael Antonio Álvarez Álvarez, abogado, poeta y pedagogo; José Agustín de la Torre, rector de la Universidad de Caracas; el médico y educador Julio Segundo Álvarez; militares y políticos como Jacinto Lara, su hijo de igual nombre y el hermano de aquel, Miguel María; el prelado Juan José Bernal Ortiz fue párroco entre 1945 y 1950. Allí murió Juan Martín de Albújar, conquistador que vivió años entre los indígenas. Posee centros de primera enseñanza, ciclo básico y diversificado; aeropuerto, hospital, cámara de industria y comercio. Radiodifusoras: Radio Cardenal y Radio Carora. Sitios de interés: la plaza Bolívar, iglesia de San Juan Bautista, las capillas de El Calvario y el Cerrito de la Cruz, ruinas de la iglesia de la Purísima Concepción en Pueblo Nuevo; las casas: Amarilla, del doctor Pablo Álvarez, de Jacinto Lara y de la Cultura; Centro de Conservación Arqueológica; tiene centros de consulta para investigadores: los archivos parroquial y Zubillaga; teatro de Bellas Artes; Museo Biblioteca Cecilio Zubillaga Perera. Hay balnearios fluviales y aguas termales. Se celebran ferias agropecuarias y las fiestas patronales (junio). Dependen de Carora las parroquias: Antonio Díaz, Camacaro, Castañeda, Cecilio Zubillaga, Chiquinquirá, El Blanco, Espinosa de los Monteros, Lara, Las Mercedes, Manuel Morillo, Montaña Verde, Montes de Oca, Torres y Trinidad Samuel. En 1941, la población de Carora era de 6.536 habs.; en 1971, había alcanzado los 56.100; en 1981, el municipio tenía 65.694; y, en 1990, censó 70.715.
Autor: Alvaro García Castro Bibliografía directa: Álvarez Yépez, Pablo. Carora. Barquisimeto: Edición de Polar, 1981; Carmona, Juan. Nuestra Carora del 900. Caracas: Gráfica Americana, 1968; Friele, Alfonso J. Estudio geográfico de las sabanas de Carora. Caracas: Ministerio de la Defensa, 1969; García Ponce, Antonio. Crisis, oligarquía y latifundio: Carora 1929-1935. Barquisimeto: Fondo Editorial Buría, 1986; González Oropeza, Hermann. La capilla del calvario de Carora. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1993; Herrera Álvarez, Alfredo. Diccionario general de la bibliografía caroreña. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1984; Morón, Guillermo. Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora. Barquisimeto: Imprenta El Nuevo Heraldo, 1946; Numa Rojas, José. Reportajes y crónicas de Carora. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1986; Oropeza Vásquez, Luis. La maldición del fraile y otras evocaciones históricas. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1983; Perera, Ambrosio. Historia de la fundación de Carora y vida caroreña en el siglo XVI. Carora: Tipografía Arte, 1934;--. Historial genealógico de familias caroreñas. 2a ed. Caracas: Talleres de Gráfica Americana, 1967. 2 vols.; Rosas González, Otilia y Juan José Salazar. Origen del latifundio caroreño, 1900-1948. Caracas: Centro de Investigaciones de América Latina y El Caribe; Fondo Editorial Buría, 1988; Testimonios trujillanos para Carora. Valera: Comité Pro Cuatricentenario de Carora, Sección Trujillo, 1969; Zubillaga Perera, Cecilio. Estudios históricos. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1988. 2 vols.;--. La voz del común. Caracas: Imprenta Ávila Gráfica, 1950; Zubillaga Perera, José María. Procerato caroreño. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1986.