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Carlos Giménez

De La Venciclopedia

Carlos Giménez

Carlos Giménez fue un escritor y director de teatro venezolano nacido en Rosario, Argentina el 13 de abril de 1946. Murió en Caracas, el 28 de marzo de 1993, a los 46 años. Giménez fue el creador del Festival internacional de Teatro de Caracas, del grupo Rajatabla, del Taller Nacional de Teatro, del Centro de Directores para el Nuevo Teatro y del Teatro Nacional Juvenil de Venezuela. Su obra se reconoce por su audacia, vanguardia y originalidad, así como por su controversial contenido.

Realizó 80 montajes, dirigió obras en Argentina, Estados Unidos, México, Perú, España, Rusia, Italia y Venezuela. Sus espectáculos participarón en los más prestigiados festivales internacionales de teatro del mundo. Montó textos de Shakespeare, Calderón de la Barca, Lope de Veja, Valle-Inclán, Visen, Lorca, Beckett, Brecha y Tolstoi entre otros.

Dedicado a tiempo completo, en palabras del critico E. A. Moreno-Uribe en su libro Carlos Giménez: Tiempo y Espacio – mientras muchos directores apenas podían montar uno o dos espectáculos por año, Carlos Giménez producía dos o tres al mismo tiempo, en más de un país. Comentando sobre su talento que “sería capaz de montar la guía telefónica de Caracas en el escenario.”

Historia

Se inició en el Seminario del Arte Dramático de Córdoba, y una vez graduado formó su propio grupo y se marchó a Europa vinculando su producción al trabajo de Giorgio Strehler y sus ideas de la puesta en escena.

De Strehler no solo tomaría su concepción estética, artística y creativa, sino su visión de crear una institución de promoción teatral cuando Europa aun se encontraba en ruinas en la temporada de post-guerra con el Piccolo Teatro de Milano. De este concepto Giménez más tarde levantaría al Festival Internacional de Teatro de Caracas.

Tildado de “rebelde” o “izquierdista”, Giménez irrumpe en la escena teatral cordobesa cuando tenia unos quince años, mostrando ya tendencias de vanguardia y revolucionarias en contraste con el estilo clásico en boga durante esa época en argentina.

De regreso a Córdoba preparó tres montajes La querida familia, sobre textos de Ionesco, Picnic en el campo de batalla, de Arrabal y “Los amores de Don Perlimplín y Belisa en su jardín”, de García Lorca. Más tarde, con el mismo grupo que había ido a Europa, tras escribir títulos como El día que llovió para siempre (la primera vez que haría llover sobre la escena), Encuentro para una sola voz (con Norma Aleandro), y Fuenteovejuna, entre otras.

Durante el siguiente año, Giménez recorrió Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y finalmente llegó a Venezuela a principios de 1969, donde hallaría un nuevo hogar para el desarrollo de su vida artística con Caracas en ese entonces siendo la sede de un movimiento teatral en crecimiento.

Su vanguardia seria recibida tanto con aplausos como críticas. En 1969. Giménez fue invitado por el Ateneo de Caracas para dar curso de formación teatral de dos meses y en este tiempo produjo La orgía, basada en textos de Enrique Buenaventura.

Haciendo honor a su título, la obra causó conmoción en los círculos gubernamentales y sociales de la conservadora sociedad caraqueña, y fue suspendida por amenazas del gobierno de Rafael Caldera y otros sectores influyentes del país. Un aviso de la Asociación católica en los periódicos caraqueños de la época alertaba que: En los días que corren el Teatro del Ateneo de Caracas está siendo escenario del más bochornoso espectáculo de pornografía que hubiera podido concebirse.

La orgía se convertiría en un clásico de Giménez, mostrando con violencia visual y lenguaje “esperpéntico” los problemas políticos que en ese entonces tocaban muy de cerca de los espectadores, deliberadamente escandalizando a los espectadores y abriéndose un espacio dentro del cerrado circulo teatral y artístico manejado por la elite intelectual de clase media caraqueña.

Luego de la suspensión de La orgía (apenas duró una semana en cartelera), Gímenez volvió a Córdoba hasta que Miguel Otero Silva, director del diario El Nacional, lo invitó a dirigir una versión de Don Mendo, volviendo a Caracas esta vez definitivamente.

En 1971, Carlos Giménez dirigió Don Mendo, obteniendo un éxito apoyado por Silva, El Ateneo de Caracas y El Nacional, durando varios meses y cartelera.

Durante sus viajes por Latinoamérica, Gímenez se había hecho la idea del teatro como espectáculo publico y no exclusivo, diferente de lo que veía en el público que atendió a su obra en Caracas, por lo que para abrir su obra a un público más amplio, su siguiente paso fue llevar a escena un poemario del estudiante brasileño, Antonio Miranda, musicalizado por, Xulio Formoso, utilizando como actores adolescentes del liceo Gustavo Herrera, compañeros de Formoso, de melena larga, blue jeans rotos, cadenas en el pecho e irreverencia en la mirada, y que nunca habían pisado un escenario teatral.

Tu país está feliz se estrenó el 28 de febrero por lo que se esperaba serian solo tres días. Pero la obra resulto ser un rotundo éxito que se convertiría en una influencia primordial del teatro latinoamericano.

La obra duró tres años en cartelera y dio pie a la creación del Grupo Rajatabla. Tu país está feliz era una obra cruda que reflejaba la Venezuela saudita de esa época, feliz en apariencia y que por dentro amasaba una gran descomposición social.

Su segundo trabajo, Venezuela tuya en 1971, estaría basado en textos del escritor Luis Britto García y sería igualmente una crítica a la sociedad venezolana.

Con Rajatabla, Giménez lograría acaparar el interés de la juventud local en el teatro y en los años sucesivos montaría con éxito diferentes obras, convirtiéndose en la primera compañía teatral del país. Entre ellas estuvo Una adaptación de Fiebre de Miguel Otero Silva, Lanzas coloradas, de Arturo Uslar Pietri, esta ultima una obra que lo obligaría a un auto exilio temporal en España.

En 1976, el grupo Rajatabla se había profesionalizado y tenía sala propia. Se estrenó Divinas palabras, de Valle Inclán, y El señor presidente de Miguel Ángel Asturias, estrenada el 3 de marzo de 1977.

El señor presidente es un éxito rotundo que catapulta a Gímenez a las tablas internacionales, con una invitación para participar en el Festival de Teatro de las Naciones a celebrarse en Nancy. La gira se inició en Rótterdam y siguió por Estocolmo y Roma. Tras regresar a Venezuela Rajatabla ya se consideraba uno de los mejores grupos de teatro del mundo y a El señor presidente como un clásico del teatro latinoamericano.

En 1982 lleva a La Habana un montaje intimista y nostálgico: Martí, la palabra, obra sobre el pensamiento y personalidad del héroe cubano.

El 3 de marzo de 1982 estrenó, Bolívar, junto a Juan Carlos Núñez basada en una pieza de José Antonio Rial con treinta actores en escena en la ciudad de Maracaibo. Después la lleva por festivales internacionales en una gira de seis meses.

Ya nombrado director artístico del Ateneo de Caracas, Giménez abandonaría el cargo tras un altercado público con la familia Otero y abandona el cargo. Sin embargo continúa recibiendo el apoyo de ellos de mano de la presidenta, María Teresa Castillo, y el 22 de junio de 1989 estrenó en el Teatro de la Ópera de Maracay El Coronel no tiene quien le escriba de García Márquez.

Tras su muerte en 1993, Rajatabla continuaría su obra y hoy se le reconoce como uno de los grandes maestros de este arte en el país. Del teatro y su obra Gímenez diría: “El paso del hombre por el arte debe ser su paso por vida. Una vez declaré que el teatro es la crisis, porque el arte es la crisis. El arte nace de la crisis. Es un estado de compulsión interior. Es un acto de felicidad, pero lo es en un clima de angustia. Cuando se culmina viene el vacío.”

Festival internacional de teatro de Caracas

El Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC) fue creado en 1973 por iniciativa de Carlos Jiménez y María Teresa Castillo. Desde su creación se ha convertido en uno de los más importantes del mundo.

El Festival es un evento sin fines de lucro, que al principio se realizaba de forma bienal, y más tarde anual, en el que se han presentado las más importantes compañías de teatro de cincuenta y seis países reunido unas diez millones de personas en parques, avenidas, calles y espacios abiertos de la ciudad de Caracas. El festival es montado en el mes de abril desde 1976.

En 1990, el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, anunció el apoyo a la institución civil sin fines de lucro: FundAteneoFestival, con el objetivo de darle continuidad institucional al Festival Internacional de Teatro de Caracas, garantizando a través de esta entidad su permanencia en el tiempo y su realización bienal mediante el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC)

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