Salvador de Moxó

Cataluña (España) c.1780 d.1818

Mariscal de campo. Gobernador y capitán general de Venezuela y presidente de la Real Audiencia de Caracas. Justicia mayor. Presidente de la Junta de Secuestros. Era hijo de un oficial (teniente coronel) del Ejército español. Cursó estudios en el Seminario de Nobles de Madrid, donde, desde 1785, una de sus salas fue convertida en colegio para hijos de militares; le acompañaron en aquel instituto sus hermanos Manuel y Mariano. En 1792 sufrió un castigo severo, impuesto por el director del plantel, quien lo acusó de «deshonesto». Llegó a Venezuela en abril de 1815, como coronel, en la expedición española mandada por el mariscal de campo Pablo Morillo; era comandante del regimiento de caballería Dragones de la Unión. En mayo de ese año, Morillo lo nombró gobernador y capitán general de Venezuela, con carácter interino. Tal decisión nació de la dificultad del general en jefe realista de atender las actividades políticas y administrativas simultáneamente con las tareas impuestas por la guerra. Para la época, Moxó era ya brigadier. El 20 del mismo mes recibió el nombramiento de presidente de la Junta de Secuestros, instalada por Morillo para la confiscación de las propiedades de los republicanos; para atender eficazmente este cargo, Moxó elaboró el plan correspondiente. Al partir Morillo para Nueva Granada (2.6.1815), se hizo efectivo el mandato de Moxó en Venezuela. Como parte de su gestión de gobierno, dicta el Reglamento General de Policía, en Caracas, el 19 de julio de ese año, con ocasión de la organización que hizo a este cuerpo, del cual era jefe superior. La política ejercida por Moxó se caracterizó por la violencia y crueldad. Con su complicidad, a mediados de 1816, Chepito González asesina a 40 personas sindicadas de patriotas; el 27 de junio de ese año el rey Fernando VII lo asciende a mariscal de campo y por decreto de 4 de julio del mismo año lo nombra, ya como titular, gobernador y capitán general de Venezuela y presidente de la Real Audiencia de Caracas. En enero de 1817 regresó Morillo de Nueva Granada a Venezuela y criticó severamente a Moxó por la ineptitud en el desempeño de sus funciones de gobernante y en el mantenimiento de la fuerza armada, así como por la ineficacia en la obtención de financiamiento para cubrir los gastos de guerra. En carta dirigida desde Calabozo el 15 de mayo de ese mismo año, Morillo lo acusa de «duro, injusto y corrupto», y le enrostra el hecho de haber construido en Caracas una casa a prueba de terremotos para su compañero y socio Jaime Bolet; lo acusa también de vender «perdones» y lo califica de cobarde. En julio de 1817, se embarca Moxó para Puerto Rico. Sobre ello informa Morillo a la Corona el 24 de agosto, cuando dice que Moxó se ha ausentado en los momentos más críticos y apurados; que tal acto causó una dislocación en todos los ramos de su administración. Para llenar esta vacante recomienda al brigadier Juan Bautista Pardo, con carácter interino. El 22 de abril de 1818, en extenso memorial dirigido al ministro de Guerra, Morillo ratifica los conceptos emitidos en ocasiones anteriores y agrega que en los 2 años de mandato, Moxó adquirió «razonable fortuna».

Moxó, Salvador de

Autor: Héctor Bencomo Barrios

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