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Raimundo Andueza Palacio

De La Venciclopedia

Guanare (Edo. Portuguesa) 6.2.1846 - Caracas 17.8.1900

Abogado, militar y político. Presidente de la República (19.3.1890-17.6.1892). Hijo de Raimundo Andueza y de Carolina Palacio. Estudió en el colegio de Guanare primaria y bachillerato, graduándose de bachiller en ciencias filosóficas en 1861. Edecán y luego secretario del presidente Juan Crisóstomo Falcón (1866), fue secretario del Concejo Municipal de Caracas (1868) y sirvió bajo las órdenes del general Manuel Ezequiel Bruzual durante la Revolución Azul de 1868. Casado el 4 de marzo de 1872 con Isabel González Esteves, prima hermana de Belén Esteves, esposa del futuro presidente Francisco Linares Alcántara, Andueza Palacio cursó la carrera de derecho en la Universidad Central de Venezuela. Abogado ante la Corte Suprema del Distrito Federal (15.4.1874) y doctor en jurisprudencia (derecho civil) (19.4.1874), fue diputado por el estado Aragua de 1873 a 1876. Presidente del Congreso (1876) y ministro de Relaciones Exteriores con Linares Alcántara (marzo 1877) pronuncia el discurso de despedida a Antonio Guzmán Blanco en La Guaira, el 18 de mayo de 1877. Encargado del Poder Ejecutivo por ausencia de Linares Alcántara (agosto 1877) es senador por el estado Portuguesa. Ministro de Hacienda (1877-1878), figura como candidato a la presidencia para el período 1879-1881. Exiliado político durante los días de la Revolución Reivindicadora (de junio a fines de 1878) ocupa nuevamente el cargo de ministro de Hacienda (febrero 1879). Incorporado al Consejo de Administración (mayo 1879) es senador en 1880 y de 1886 a 1889. Consejero federal por el estado Zamora (1886-1888), ministro de Instrucción Pública (22.5.1889), ministro de Relaciones Interiores (1889-1890). Es diputado por el estado Zamora y presidente de la Cámara (1890). Miembro del Consejo Federal por el estado Zamora (1890), es elegido presidente de la República por dicho consejo el 7 de marzo de 1890, y se juramenta el 19. Su período constitucional terminaba el 20 de febrero de 1892; pero en un intento reformista, para prolongar el período por 2 años más, se mantuvo en el poder hasta el 17 de junio de 1892; cuando entregó el mando obligado por las presiones como consecuencia del alzamiento del general Joaquín Crespo (marzo 1892), a Guillermo Tell Villegas, presidente del Consejo Federal, y se fue del país exiliado (1892-1898). Regresó a Venezuela a raíz de la muerte de Crespo (abril 1898) y se incorporó como ministro de Relaciones Exteriores (23.10.1899-31.7.1900) al primer gabinete del presidente Cipriano Castro. Fue masón en grado 33 y canciller en el Supremo Consejo Confederado de la Masonería (1885-1888).

Gobierno

19.3.1890-17.6.1892

La elección presidencial y sus consecuencias: El Consejo Federal reunido el 6 de marzo de 1890, elegía por unanimidad al abogado guanareño Raimundo Andueza Palacio para suceder en la presidencia de la República a Juan Pablo Rojas Paúl durante el bienio 1890-1892, en conformidad con lo establecido en la Constitución de 1881. Esta elección fue recibida con universal beneplácito. Ministro de Relaciones Interiores de Rojas Paúl, Andueza Palacio había sido designado como candidato oficial por el propio mandatario a quien reemplazaba en la presidencia. A pesar de ser liberal, Andueza estaba apoyado por destacados representantes del conservatismo y, dentro de su propio partido, había logrado el consenso de guzmancistas y antiguzmancistas. Asume la presidencia el 19 de marzo de 1890 y en su discurso inaugural, afirma ser un demócrata de convicciones. Representa, además, el triunfo del civilismo. Integra su gabinete con una mayoría de civiles: Sebastián Casañas en Relaciones Interiores; Marco Antonio Saluzzo en Relaciones Exteriores; Vicente Coronado en Hacienda; José Tadeo Monagas, hijo, en Crédito Público; Eduardo Blanco en Instrucción Pública y Juan Francisco Bustillos en la Secretaría de la Presidencia; los únicos militares del gabinete son el general Julio F. Sarría en la cartera de Guerra y Marina y el general Neptalí Urdaneta en la gobernación del Distrito Federal. Existe para entonces en el país la más absoluta libertad de expresión y ni siquiera una caricatura que pinta al nuevo presidente vestido de mujer es objeto de censura. El clima de euforia que acompaña los primeros meses del gobierno de Andueza Palacio es también el resultado de una extraordinaria bonanza económica que vive Venezuela por el alza del precio del café. Durante el año económico 1890-1891, las exportaciones venezolanas superan por primera vez la cifra de Bs. 100.000.000 y el presupuesto alcanza el monto récord de Bs. 53.719.804. Como lo apunta Manuel Alfredo Rodríguez «...se mira por todas partes el áureo resplandor de las "morocotas" y "pachanos" y la cerveza de los años del Centenario del nacimiento de Bolívar deja paso al fino y picante coñac "Henessy", tipo tres estrellas...». Sin embargo, desde los inicios del nuevo gobierno, el problema de la reforma constitucional, planteado durante el último año de la administración de Juan Pablo Rojas Paúl (1889), vuelve a convertirse en el gran tema de actualidad y provoca una de las primeras crisis del régimen. El expresidente Rojas Paúl se había hecho la idea de que manejaría al presidente Andueza al modo guzmancista y que el nuevo primer mandatario se limitaría a hacer la reforma constitucional para devolverle la silla; sin embargo, Andueza se siente lo suficientemente fuerte como para prescindir de cualquier mentor político. Lo confirma en sus propósitos su hombre de confianza y figura central de su gabinete, Sebastián Casañas, a quien el público, por lo férreo de su carácter, compara con Bismarck y aplica el apodo burlón de Canciller de Hierro. Ante esta situación, Rojas Paúl resuelve expatriarse y viajar a La Habana (agosto 1890).

La obra de gobierno: La bonanza fiscal le permite a Andueza Palacio ejercer con esplendor una política de dádivas y subvenciones, con miras a crearse una clientela electoral propia. Durante su breve gobierno, le toca inaugurar muchas de las obras iniciadas durante períodos anteriores: el acueducto de Barquisimeto (5.4.1890), el tramo ferrocarrilero Aroa-Barquisimeto y el hospital Vargas de Caracas (1891). Decreta la transformación de los colegios nacionales de primera categoría de Maracaibo y Valencia en universidades del Zulia y Carabobo respectivamente (29.5.1891); crea el Ministerio de Correos y Telégrafos (27.6.1891); inicia la construcción de un edificio para colegio de señoritas situado en la nueva urbanización El Paraíso (edificio cedido en 1902 en enfiteusis a las hermanas de San José de Tarbes); manda edificar el grupo escultórico en homenaje a José Félix Ribas, ejecutado por Eloy Palacios, en la plaza Ribas de La Victoria y finalmente, ordena la refacción del Palacio Federal de Caracas y la remodelación casi total del Palacio Legislativo del Capitolio. En marzo de 1891, se conoce en Caracas el laudo sobre los límites entre Colombia y Venezuela, sometido en 1881 al arbitraje de la Corona española; el resultado, netamente desfavorable a Venezuela, anula las ventajas conseguidas en el Tratado Santos Michelena-Lino de Pombo, negociado en 1833, el cual no había sido ratificado en su momento por el Congreso Nacional y le cede a Colombia la casi totalidad de la península de la Guajira, así como una vasta porción del territorio situado al occidente del Orinoco que se convertía en corriente fronteriza entre ambos países. Sin embargo, a pesar de su carácter lesivo para los intereses nacionales, el laudo español pasó prácticamente desapercibido ante al debate, iniciado en el Congreso, acerca del proceso de reforma constitucional, el cual se presentaba basado en 2 proyectos sucesivos.

La reforma continuista: El primer proyecto buscaba establecer que el Congreso pudiera hacer enmiendas a la Constitución, sin tener que convocar a una asamblea constituyente, ratificando además el nombre de Miranda para el antiguo estado Guzmán Blanco, así como la elevación de las antiguas secciones Falcón y Zulia del Gran Estado Falcón a la categoría de estados. Sancionada el 9 de abril de 1891, la Constitución reformada fue promulgada por el Ejecutivo el 16 de abril de 1891. El segundo proyecto, presentado el 25 de junio de 1891, contemplaba cambios sustanciales, entre ellos el regreso a la división territorial de 20 estados; el sufragio universal directo y secreto; la representación proporcional de las minorías en los cuerpos deliberantes y, sobre todo, la extensión a 4 años del período presidencial. Las reformas parciales de la Carta se harían conforme a lo establecido por la recién promulgada Constitución, pero la reforma total solo podría decidirla una asamblea constituyente ordenada por las dos terceras partes del Congreso y por los dos tercios de las asambleas legislativas de los estados. El proyecto, sometido a la consideración de las legislaturas estatales, fue aprobado por todas, pero al acercarse la fecha de reunión del nuevo Congreso, que coincidía con la fecha en que debía terminar el bienio de Andueza (20.2.1892), el gobierno se dio cuenta de que carecía de la mayoría necesaria para llevar a cabo sus planes; en efecto, a pesar de su política sistemática de subvenciones y dádivas, Andueza Palacio no había logrado aplacar la oposición que definía sus intenciones como un intento de permanecer en el poder. Los legisladores se encontraban divididos en 2 bandos: los «continuistas» o partidarios de Andueza, que apoyaban la inmediata vigencia de la reforma aprobada por las legislaturas y como, según esta, el período presidencial finalizaba el 20 de abril de 1894, el mandatario en ejercicio podía continuar como presidente por 2 años más; los «legalistas», por lo contrario, se pronunciaban por la vigencia de la reforma solo a partir de 1894, debiéndose proceder para la próxima elección presidencial según lo estipulado en la Constitución de 1881. Uno de los destacados voceros del legalismo era el expresidente Rojas Paúl, quien había regresado a Venezuela a mediados de 1891; se le ofrece una legación en el exterior para alejarlo y ante su negativa, es expulsado del país (26.10.1891). La ruptura abierta entre Andueza y Rojas Paúl solo sirve para animar la oposición al continuismo. Ante esta situación, el Ejecutivo se propuso obstaculizar la reunión del Congreso. El 14 de marzo de 1892, Andueza Palacio lanzaba un Manifiesto a la nación, valiéndose de la aprobación de las asambleas legislativas estatales para proclamar la vigencia inmediata de la reforma constitucional propuesta, desconociendo de hecho, el poder del Congreso Nacional. El «golpe de Estado» de Andueza desata la contienda armada.

La Revolución Legalista: Joaquín Crespo, retirado desde enero de 1892 a su hato guariqueño de El Totumo, declara la guerra al gobierno en nombre del legalismo. De inmediato Andueza designa a su ministro y consejero Sebastián Casañas, el principal artífice de la maniobra continuista, comandante en jefe del ejército expedicionario encargado de someter el alzamiento (18.3.1892). En Caracas, la Corte de Casación y la Corte Federal acuerdan suspender sus sesiones, mientras la insurgencia que adopta el nombre de Revolución Legalista, se extiende rápidamente por todo el país. El ejército expedicionario de Casañas hace contacto con las fuerzas de Crespo en las márgenes del río Apure (10.4.1892), pero no logra derrotar o dispersar la insurrección. El regreso de Casañas a Caracas provoca una crisis en el bando gubernamental; el Canciller de Hierro es destituido del mando del Ejército, mientras el ministro de Guerra Julio F. Sarría y el jefe de la guarnición de Caracas, Domingo Monagas, presionan a Andueza para que renuncie; violentas manifestaciones recorren las calles de Caracas; la situación pronto se hace insostenible. Finalmente, el 17 de junio de 1892, Andueza decide renunciar a la presidencia y salir del país rumbo a Martinica, dejando encargado del Poder Ejecutivo al consejero federal núm. 1, Guillermo Tell Villegas.

Temas relacionados: Bienios; Revolución Legalista.

Autor: Nikita Harwich Vallenilla Bibliografía directa: Ayala, Ramón. Explicación. Caracas: s.n., 1892; Benavente, Tancredo. La picota o el libro negro: recopilación de cartas, telegramas y tarjetas [...] documentos auténticos tomados de la correspondencia abandonada por el doctor R. Andueza Palacio. Caracas: Tipografía Guttenberg, 1892; Blanco, Ramón Domingo. El último tirano: la historia y duelo eterno de la patria: dedicado al pueblo venezolano, al victorioso Ejército Legalista y a los dignos redactores de La Linterna Mágica. Caracas: s.n., 1892; Casañas, Sebastián. Exposición documentada que hace el doctor y general S. Casañas ante sus conciudadanos, 20 de junio de 1892. [s.l.: s.n., 1892]; Espinal, H., Valentín. Verdades amargas de actualidad dedicadas al Sr. general Joaquín Crespo y al Ejército Legalista bajo sus órdenes. Caracas: Imprenta Editorial de Soriano Sucrs., 1892; Harwich Vallenilla, Nikita. El modelo económico del liberalismo amarillo: historia de un fracaso, 1888-1908. Caracas: Universidad Santa María, Centro de Investigaciones Históricas, 1984; Linares, Nicanor G. Crónica político-militar de la revolución de Venezuela en 1892. Caracas: s.n., [1892]; Manifestaciones al presidente de la República por su carta política del 15 de octubre de 1890. Caracas: Casa Editorial de La Opinión Nacional, 1891; López Baralt, Rafael. Apuntes para la historia del golpe de Estado del 14 de marzo de 1892 en Venezuela. Maracaibo: Imprenta Guttenberg, 1893; Rodríguez, Manuel Alfredo. Andueza Palacio y la crisis del liberalismo venezolano. Caracas: Ediciones La Estrella en la Mira, 1960; Velásquez, Ramón J. La caída del liberalismo amarillo: tiempo y drama de Antonio Paredes. 5a ed. Caracas: Congreso de la República, 1987; Votos de adhesión de las secciones Barcelona y Maturín del estado Bermúdez. Caracas: Imprenta Bolívar, 1890. Hemerografía: Rivas Dugarte, Rafael Ángel. «Los presidentes constitucionales de Venezuela: bibliografía selectiva (II parte)», En: Tiempo y Espacio. Caracas, núm. 18, julio-diciembre, 1992.

Autor: Guillermo Morón Bibliografía directa: Andueza Palacio, Raimundo. Carta política del doctor Raimundo Andueza Palacio al general Antonio Guzmán Blanco sobre cuestión Guayana y opiniones del gobierno provisional, de la prensa periódica y de ciudadanía del Zulia con motivo de dicho patriótico documento. Maracaibo: Imprenta de Las Noticias, Bracho y Reyes, 1890;--. Carta pública con un prólogo y documentos. París: Imprenta Charles Schlaeber, 1894;--. Mensaje que el doctor Raimundo Andueza Palacio, presidente constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, presenta al Congreso Nacional en sus sesiones de 1891. Caracas: Casa Editorial de La Opinión Nacional, 1891;--. Un prólogo y documentos. París: Imprenta Charles Schlaeber, 1894. Bibliografía indirecta: Arteaga Montero, Ricardo. Discurso fúnebre pronunciado en las exequias del señor doctor Raimundo Andueza Palacio en la S.I.M. de Caracas el día 20 de agosto de 1900. Caracas: s.n., 1900; Benavente, Tancredo. La picota o el libro negro: recopilación de cartas, telegramas y tarjetas que evidencian las inmoralidades políticas de la administración pasada [...] documentos auténticos tomados de la correspondencia abandonada por el Dr. Raimundo Andueza Palacio, reo de alta traición a Venezuela. Caracas: Tipografía Guttenberg, 1892; López, Jacinto. Andueza Palacio: boceto. Valencia: Tipografía Artística Mijares, 1892; Rodríguez, Manuel Alfredo. Andueza Palacio y la crisis del liberalismo venezolano. Caracas: Ediciones La Estrella en la Mira, 1960; Rodríguez Ortiz, Rafael. Rasgos biográficos del Dr. Raimundo Andueza Palacio. Barquisimeto: Editorial Pueblo, 1946; Rojas Paúl, Juan Pablo. Carta del doctor Juan Pablo Rojas Paúl al doctor Raimundo Andueza Palacio, presidente de los Estados Unidos de Venezuela. La Habana: Imprenta y Papelería La Universal, 1890; Veloz Goiticoa, N.A. Monsieur le docteur Raimundo Andueza Palacio. Burdeos: Imprimerie Girondine, 1891. Iconografía: Retrato, El Zancudo, Caracas, núm. 19, junio 17, 1877. Retrato, Antonio Herrera Toro, óleo/tela, c. 1890, Congreso Nacional, Caracas. Fotografía, Primer libro venezolano de literatura, ciencias y bellas artes, Caracas, El Cojo, 1895. Hemerografía: Rivas Dugarte, Rafael Ángel. «Los presidentes constitucionales de Venezuela: bibliografía selectiva (II parte)», en: Tiempo y Espacio. Caracas, núm. 18, julio-diciembre, 1992.