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Antonio Guzmán Blanco

De La Venciclopedia

Antonio Guzmán Blanco fue un político, militar, caudillo del Partido Liberal Amarillo y presidente de la República de Venezuela en tres ocasiones nacido en Caracas el 20 de febrero de 1829 y fallecido en París el 28 de julio de 1899. Se le conoce como el "autócrata civilizador", “el ilustre americano”, “el regenerador y pacificador” y otros títulos otorgados en su honor o deshonor por la gente de su tiempo. A pesar de sus cerca de veinte años de absolutismo y corrupción, se le considera como modernizador de Venezuela porque construyó numerosas edificaciones públicas, mejoró la economía y el clima de relativa paz con que se desarrollaron sus gobiernos.

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Antonio Guzmán Blanco
23vo, 27vo y 31vo Presidente de Venezuela
Nacimiento
Nacimiento 20 de febrero de 1829
Lugar Caracas, Venezuela
Muerte
Fecha 28 de julio de 1899
Lugar Paris, Francia
Perfil
Profesión Militar, político
Información biográfica
23° Presidente de Venezuela
27 de abril, 1870 - 27 de febrero, 1877
Predecesor Guillermo Tell Villegas
Sucesor Francisco Linares Alcántara
27° Presidente de Venezuela
25 de febrero,1879 - 26 de abril,1884
Predecesor José Gregorio Varela
Sucesor Joaquín Crespo
31° Presidente de Venezuela
15 de septiembre, 1886 - 1 de agosto, 1888
Predecesor Joaquín Crespo
Sucesor Hermógenes López

Biografía

Fue hijo del político Antonio Leocadio Guzmán, fundador del Partido Liberal, y de Carlota Blanco Jerez de Aristiguieta, pariente cercano de la familia Bolívar. Inició sus estudios en Caracas en el colegio Independencia de Feliciano Montenegro y Colón. A mediados de 1848, a los 19 años de edad y mientras estudiaba derecho en la Universidad Central de Venezuela, desempeñó su primer cargo público como j efe de sección en la Secretaria de Relaciones Exteriores. En 1854, ingresó a las logias masónicas caraqueñas Concordia y Esperanza, y Sociedad de María. El 1 de marzo de 1856 se recibió como licenciado en derecho civil, y el 14 de abril siguiente obtuvo el título de abogado.

En esta época cortejó a Luisa Teresa Giuseppi, nieta del general José Tadeo Monagas, presidente de la República por segunda vez y quien desaprobaba esos amores. Es probable que por tal motivo, Guzmán Blanco haya sido nombrado cónsul de Venezuela en Filadelfia, de donde pasó con el mismo cargo a Nueva York y luego como secretario de la Legación de nuestro país a Washington.

En agosto de 1858, al poco tiempo de su regreso a Venezuela, Guzmán Blanco fue acusado de participar en un movimiento conspirativo contra el gobierno de Julián Castro llamado La Galipanada. Fue arrestado y sometido a un juicio pero resultó absuelto. Sin embargo, esto no evitó que el 18 de septiembre de 1858, Castro ordenara su salida del país. Tras evadir a las autoridades, protestó por escrito ante las autoridades judiciales y la Convención Nacional reunida en Valencia, alegando que aunque había sido declarado inocente por los tribunales todavía se le quería desterrar. A pesar de esto, fue desterrado el 8 de enero de 1859.

Durante su destierro conoció a los líderes revolucionarios Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón, estableciendo una mayor afinidad ideológica con el segundo. Guzmán no participaría directamente en la proclamación de la Federación en Coro el 20 de febrero de 1859 por parte del comandante Tirso Salaverría, ni en el desembarco de Ezequiel Zamora en La Vela de Coro; sin embargo, viajó desde las Antillas a la región coriana para incorporarse a la lucha. Desafortunadamente, el 15 de marzo de 1859, la goleta inglesa en la que viajaba fue interceptada en La Vela de Coro por un buque de guerra del Gobierno central.

Debido al proceso de amnistía política implementado por Julián Castro, en vez de terminar en la cárcel, Guzmán Blanco fue enviado con la misión de establecer un diálogo con los jefes federalistas que conocía, en especial Falcón. La estrategia de Castro fue en vano, y las fuerzas revolucionarias no solo continuaron con las hostilidades, sino que cuando Falcón desembarcó en Palma Sola el 24 de julio de 1859, llevaba a su lado a Guzmán Blanco quien, como licenciado en derecho, fue designado auditor general del ejército.

Guerra Federal

Con los federalistas, Blanco participó en los principales combates que vinieron, primero como teniente coronel en la toma de Barquisimento el 3 de septiembre de 1859, y más tarde, como Coronel en la batalla de Santa Inés el 10 de diciembre de 1859, la primera gran victoria de la Federación. Un mes más tarde, el 10 de enero de 1860, presencio la muerte de Zamora durante el sitio de San Carlos.

Los federalistas serian derrotados temporalmente en la batalla de Coplé el 17 de diciembre de 1860). En esta época, Blanco es secretario general del ejército de Falcón, y se marcha con éste a la Nueva Granada (Colombia), y por un año lo acompaña a Saint Thomas, Curazao, Haití, Aruba y otros lugares en busca de recursos para organizar otra expedición.

A comienzos de julio de 1861, desembarcan nuevamente en la región coriana, y unos meses más tarde, José Antonio Páez, propuso una entrevista con Falcón para poner fin a las hostilidades. Este intento fracasó y el conflicto se reinicia en 1862 con una activa participación del ya General Guzmán Blanco. El 16 de agosto de 1863, Falcón lo nombra jefe de todas las fuerzas federalistas de la región central, tras lo cual emprende una campaña militar que llevara a su ejército a las cercanías de Caracas, sosteniendo varios combates entre el 14 y 17 de abril, con los centralistas de San Antonio y de San Pedro. Cuando ya se disponía a atacar la capital, recibe proposiciones de paz que derivan el 23 de abril del mismo año en la firma del Tratado de Coche, que definitivamente pone fin a la Guerra Federal, el 22 de mayo de 1863. Poco tiempo después las fuerzas federalistas del centro entran a Caracas con Antonio Guzmán Blanco a la cabeza.

Post-Guerra

El 25 de julio fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores y de Hacienda en el primer gabinete del régimen federal y, el 8 de agosto de 1863, se embarcó en La Guaira hacia Europa con la misión de contratar un empréstito. En septiembre está en Londres, donde negocia el empréstito, del cual obtiene una jugosa comisión personal declarada por él como lícita. El 23 de noviembre de 1863 se halla de nuevo en Caracas y el 24 preside la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente. En esta Guzmán Blanco renuncia a su cargo de vicepresidente de la República.

El 21 de enero de 1864 se encarga de nuevo del ministerio Hacienda y de Relaciones Exteriores, aunque por poco tiempo ya que el 6 de febrero del año siguiente es nombrado ministro plenipotenciario ante las cortes de París, Londres y Madrid, experiencia que marcaría su futuro rol como presidente de Venezuela.

En la primera de estas ciudades observó con atención los progresos materiales que se llevaban a cabo: el establecimiento de institutos de crédito, sociedades científicas y en especial la política ferrocarrilera de Napoleón III. A partir de este momento concibió la idea de hacer de Caracas una copia en pequeño del París que tanto le impresionó. Regresa a Caracas a mediados de octubre de 1864 y desembarcó en La Guaira el 3 de noviembre. De allí pasó a Puerto Cabello, donde Falcón lo designa presidente encargado de la República. El 18 de marzo de 1865 el Congreso Nacional elige al mariscal Falcón presidente constitucional de la República de los Estados Unidos de Venezuela y el 13 de mayo al general Guzmán Blanco primer designado. Durante los lapsos en que ocupó interinamente la presidencia, dictó medidas para reorganizar la Hacienda Pública, reglamentar la ley de crédito público y promover la construcción de ferrocarriles.

El 25 de mayo de 1866 Guzmán Blanco sale de nuevo hacia Europa como ministro plenipotenciario, instalándose al poco tiempo en París donde realiza negociaciones con los gobiernos de Francia, Inglaterra, Dinamarca e Italia. Durante su permanencia en dicho continente, el Gobierno de Venezuela decidió suspender el pago de la deuda externa, lo cual motivó una protesta pública de Guzmán Blanco y hasta una polémica con el ministro de Relaciones Exteriores, que produjeron su destitución y su casi inmediata reposición en el cargo por órdenes de Falcón. A comienzos de 1867 volvió a Venezuela, siendo elegido ese mismo año presidente del Senado y en mayo comandante de armas del Distrito Federal. El 13 de junio de 1867 contrajo nupcias con Ana Teresa Ibarra en la catedral de Caracas. Posteriormente, en septiembre y octubre de ese año es nombrado por Falcón como jefe del ejército encargado de enfrentar la revolución denominada La Genuina, que dirigen los generales Luciano y Natividad Mendoza, a quienes derrota luego de algunos combates.

El 4 de diciembre de 1867, luego de ciertas divergencias con Falcón acerca de su posible reelección para el período presidencial de 1868, se embarca como ministro plenipotenciario con destino a París; ciudad desde la cual observará con atención los sucesos políticos de Venezuela, donde en 1868 estalla la La Revolución Azul. Triunfante ésta, exiliado Falcón y nuevamente en el poder José Tadeo Monagas, Guzmán Blanco regresa al país el 1 de septiembre de 1868.

Una vez en Venezuela Guzmán Blanco inicia con su padre durante el año 1868, una estrategia destinada a crear una base propia de poder político, organizando la sociedad denominada Unión Liberal y financiando el periódico del mismo nombre. No obstante, sus planes se frustran el 14 de agosto de 1869, cuando una multitud azuzada por los gobernantes azules termina a pedradas una recepción que él y su esposa ofrecían esa noche. Ante lo peligroso de la situación decide buscar asilo en la Legación de Estados Unidos, mientras su padre lo hace en la de Brasil. Poco después, salen del país hacia Curazao.

En esta isla organiza un movimiento revolucionario que logra el apoyo de numerosos caudillos federalistas ( Joaquín Crespo, Francisco Linares Alcántara), con los cuales desembarca el 14 de febrero de 1870 en Curamichate, Estado. Falcón, pasan a San Carlos y San Felipe, e incorporan a su ejército numerosos contingentes comandados por importantes caudillos de la Federación. Con estas tropas tomará Caracas el 27 de abril de 1870. Era el comienzo de lo que Guzmán y sus partidarios llamarán la Revolución de Abril. También marcará el inicio del período guzmancista que, con algunas interrupciones se prolongará hasta 1888.

Presidencias

Cromos de Estados Unidos sobre líderes del mundo muestra a Guzmán Blanco como presidente en 1888.

Los 3 períodos en los que gobernó Guzmán Blanco son conocidos como el Septenio (1870-1877), el Quinquenio (1879-1884) y el Bienio (1886-1888), aunque éste último no lo completó. Durante los 18 años que Guzmán se mantuvo en el poder, se implementaron importantes medidas orientadas a hacer de Venezuela un estado moderno.

En tal sentido, entre las principales obras de gobierno del guzmancismo figuraron: la declaratoria oficial del Gloria al Bravo Pueblo como himno nacional en 1881; la realización del II Censo Nacional; la inauguración del ferrocarril Caracas-La Guaira y la instalación de la Academia Venezolana de la Lengua en 1883. También introdujo el servicio telefónico entre Caracas-La Guaira, mejoró la red de carreteras, ferrocarriles, líneas de navegación, correos y telégrafos. Estableció el sistema métrico de pesas y medidas y fundó un servicio nacional de estadísticas. Hizo levantar mapas, censos e inventarios de la nación, y de esta manera, estableció una economía, si no floreciente, al menos estable.

Esta prosperidad fue la causa principal de la estabilidad del gobierno de Guzmán, y se debió en gran medida a los precios altos que tuvieron en aquellos años, los principales frutos de exportación, café, cacao, algodón. En aquel tiempo se comenzó a exportar caucho, dividivi y plumas de garza. Hay que mencionar también, en este balance del período de Guzmán, la reducción de la deuda interna y externa; el aumento considerable del comercio exterior y el incremento del presupuesto de gastos del gobierno, que llegó a 50 millones.

Por último, Guzmán Blanco se ocupó de sanear y estabilizar la moneda. Por Ley del 11 de mayo de 1871 estableció el fuerte o "venezolano" como moneda nacional, incorporando por primera vez la efigie del Libertador en nuestro signo monetario. Se mandó fundar una casa de moneda, "El Cuño", que funcionó entre 1886-89; y en 1879 se derogó la Ley de 1871 y se estableció como moneda nacional, el Bolívar, dividido en 100 céntimos, que se conserva hasta hoy. Además, el 27 de junio de 1870, promulgó el Decreto de Instrucción Pública, gratuita y obligatoria.

Sin embargo, sus gobiernos fueron altamente represivos. La paz de sus gobiernos las logró poco a poco, liquidando o sometiendo a sus enemigos mediante el ejercicio de una férrea dictadura siempre investida de facultades extraordinarias. Durante su gobierno no se respetaron los derechos humanos ni las libertades fundamentales. Fue un período de presos y desterrados políticos; de allanamientos, confiscaciones, contribuciones forzosas, vejámenes; torturas en las cárceles y ejecuciones. Fue también una época de corrupción administrativa y peculado.

Entre las medidas de mayor significación de su gobierno también se encuentra su obsesión con mantener al estado venezolano separado de la iglesia, que en ese entonces regia la vida nacional en diversos aspectos. En este aspecto, Guzmán Blanco suprimió los Seminarios; puso en manos de la universidad la enseñanza de las materias eclesiásticas; estableció el registro civil con lo cual se anulaban prácticamente los registros parroquiales que llevaban los curas; se prohibió celebrar bautizos, matrimonios o entierros sin la constancia de haberse cumplido antes la formalidad civil. Prohibió el pago de primicias que hacían los fieles a la Iglesia; cerró los conventos de mujeres y otras comunidades religiosas. Decretó la secularización de los cementerios y se estableció el primero de ellos en el sur de Caracas, y estableció el matrimonio civil como el legal ente la nación. Esto lo demostró él mismo casándose ante las autoridades civiles. Además, restringió el derecho de la Iglesia y del clero de poseer bienes raíces, expulsó al arzobispo de Caracas, Silvestre Guevara y Lira, y al obispo de Mérida, Hilario Bosset. Guzmán Blanco, en fin, alentó la idea de constituir un estado venezolano laico, separado de las presiones del Vaticano. Muchas de estas medidas serian derogadas o abandonadas durante los gobiernos de Rojas Paúl y Juan Vicente Gómez.

Sorpresivamente, esta eliminación o amansamiento de otros caudillos, frenó el proceso de desintegración de Venezuela, contribuyó a forjar la unidad nacional y aplacó el regionalismo. No obstante llamarse defensor de la Federación, Guzmán Blanco en la práctica acabó con toda autonomía regional, provincial o municipal. Centralizó el poder y afianzó la autocracia.

Al terminar su primer periodo, Guzmán Blanco hizo elegir para que le sucediera en la Presidencia, a uno de sus tenientes más adictos, el General Francisco Linares Alcántara, y se fue a Europa investido de un alto cargo diplomático. Pero Linares Alcántara, que había prometido continuar la política de Guzmán Blanco, decidió romper con su protector y propició desde el gobierno un movimiento anti-guzmanista. Fueron derogados los decretos dictados por los Congresos sobre honores a Guzmán Blanco y demolidas las estatuas que esos mismos congresos habían ordenado levantarle en Caracas. Este movimiento contra Guzmán Blanco, ausente en Europa, provocó el alzamiento de uno de sus partidarios, el General Gregorio Cedeño, quien a la cabeza de la llamada Revolución Reivindicadota entró en Caracas, en febrero de 1879. Pocos días después regresó Guzmán Blanco y se encargó del mando como Supremo Director.

En mayo fue elegido Presidente Provisional y en noviembre del mismo año Presidente Constitucional hasta 1884. Esta segunda etapa de gobierno de Guzmán Blanco se conoce con el nombre de "quinquenio", y durante él continuó el progreso material iniciado en el septenio y se acentuó el carácter dictatorial del guzmancismo. Al finalizar este período hizo elegir Presidente a otro de sus partidarios, el General Joaquín Crespo, quien gobernó de 1884 a 1886

Muerte

Antonio Guzmán Blanco en lecho de muerte por José Federico de Madrazo. 29 de julio de 1899.

La lucha contra la autocracia de Guzmán Blanco cobró impulso con la introducción de las ideas positivistas y el movimiento político estudiantil que se inició durante la primera presidencia de Crespo. La oposición estudiantil contra Guzmán Blanco tuvo su origen en ciertas medidas del gobierno que afectaban la Universidad Central de Venezuela, sobre todo la supresión de la autonomía universitaria y la apropiación por Guzmán Blanco de la hacienda Chuao propiedad de la Universidad. Pero Crespo, a diferencia de Linares Alcántara, reprimió el movimiento anti-guzmancista con la cárcel y el destierro y cerró la Universidad. Bajo los auspicios de su gobierno se preparó un movimiento nacional de “Aclamación” para el retorno de Guzmán Blanco, a quien el Consejo Federal eligió Presidente Constitucional para el período 1886-1888.

Guzmán Blanco ocupó de nuevo el mando hasta 1887, pero ese año se fue definitivamente a Europa, dejando encargado del gobierno al General Hermógenes López, a quien hizo elegir para que terminara su período.

Una vez retirado del gobierno, y entre 1887 y julio de 1889, concentró buscó resolver los conflictos diplomáticos de Venezuela con Inglaterra por los límites de la colonia guayanesa, planteando al Gobierno británico que la frontera se fijará en el río Esequibo. En julio de 1889, después de un conflicto con el gobierno de Rojas Paúl, renuncia a sus cargos diplomáticos.

Desligado de la política, se dedicó a escribir sus memorias (cuyo paradero se ignora) y entre 1890 y 1896, publicó varios folletos sobre la cuestión de límites, especialmente los de Guayana. En 1894 fueron publicados en París sus libros En Defensa de la Causa liberal y Muerte del general Ezequiel Zamora. Sus últimos años transcurrieron en París, donde murió el 28 de julio de 1899.

Los restos de Guzmán Blanco

El 11 de febrero de 1876 Guzmán Blanco ordena el traslado de los restos de los próceres y ciudadanos eminentes de Venezuela al Panteón Nacional, que el mismo había reacondicionado.

Hasta ese entonces, los restos de varios ya se encontraban en la antigua iglesia de la Santísima Trinidad, como los restos del Marqués del Toro, y de hecho, para la fecha en que se inauguró el Panteón Nacional, ya muchos próceres estaban reposando allí, como José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzual, Ezequiel Zamora, Juan Crisóstomo Falcón y Andrés Ibarra. Pero tras la desaparición de Guzmán Blanco de la vida publica, el país cae de nuevo en el desorden y a la fecha de su muerte, el decreto que había firmado no es aplicado a él mismo.

Los restos de muy pocos presidentes venezolanos han podido regresar luego de haber sido enterrados en el extranjero. En el caso de Simón Bolívar fueron traídos al país precisamente por Guzmán Blanco; los de José Antonio Páez se salvaron de caer en la fosa común de un cementerio neoyorquino gracias a las acciones de Hermógenes López y los de Cipriano Castro fueron traídos y enterrados en Capacho por las gestiones de Marcos Pérez Jiménez.

El 31 de julio de 1899, el presidente Ignacio Andrade emitió el decreto por el cual los restos del General Antonio Guzmán Blanco, debían ser trasladados a Caracas desde París, para que tuvieran eterno descanso en unas de las tantas obras que había sembrado en el país, pero esto no sucedió. Más tarde el General Manuel Antonio Matos, yerno de Guzmán, quiso traerlo pero fue absorbido por la Revolución Restauradora en contra de Cipriano Castro. Durante sus 27 años de mandato, Juan Vicente Gómez ignoró el asunto, al igual que López Contreras. Este ultimo, según cuenta la historia, no quiso gestionar la repatriación porque comparó el gobierno de Guzmán Blanco y el de Gómez y determinó que ambos habían sido igual de dictadores.

De los presidentes democráticos, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Camping y Jaime Lusinchi estuvieron dispuestos a llevar a cabo la misión. Algunos aseguran que Campíns estuvo a punto de hacerlo, pero en la historia de los restos de Guzmán Blanco abundan las anécdotas. En 1981, por ejemplo, El Nacional publicó la noticia según la cual el Consejo Municipal del Distrito Federal había aprobado un decreto en el que se disponía el traslado de los restos del ex-presidente venezolano, de París a Caracas. En julio de 1985, otra noticia alarmaba a la opinión pública venezolana, al parecer los restos de Guzmán Blanco estaban a punto de ser enviados a una fosa común.

Finalmente, Guzmán Blanco regreso a Venezuela en 1999, por las gestiones de la Cancillería venezolana, al mando del Ministro José Vicente Rangel y el Embajador de Venezuela en Francia Hiram Gaviria y siguiendo órdenes del Presidente de la República, Hugo Chávez Frías.

Sus restos mortales arribaron el 7 de agosto de 1999 a Venezuela, procedentes de Francia, tras cumplirse 100 años de su muerte el 28 de julio. El féretro viajó en vuelo comercial desde París y llegó al aeropuerto de Maiquetía a primera hora de la tarde, donde se rindieron honores militares.

A continuación fue trasladado al salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo al que acudieron los ministros de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel; de Defensa, Raúl Salazar; de Educación, Héctor Navarro y el Gobernador del Distrito Federal, Hernán Grúber Odremán. El Historiador José Ramón Castellanos tuvo a su cargo elaborar y efectuar el discurso de orden. Los cadetes de las diferentes escuelas de formación de oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales permanecieron en guardia de honor durante todo este día, mientras los restos de Antonio Guzmán Blanco se mantuvieron en capilla ardiente.

El embajador de Venezuela en Francia, Hiram Gaviria, informó vía telefónica que una vez abierta la tumba constataron que el cuerpo del Ilustre Americano se encontraba intacto y que lo más impresionante es que aún conservaba la barba. En vista de ello, indicó que lo más seguro es que sea incinerado para que sus restos puedan ser depositados en el Panteón.

La ceremonia oficial se inició con una ofrenda floral que el Jefe de Estado, Hugo Chávez Frías depositó ante el sarcófago de El Libertador, Simón Bolívar, acompañado de los ministros de Relaciones Interiores, Ignacio Arcaya; de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel; de Defensa, G/D Raúl Salazar Rodríguez, de Educación Héctor Navarro; de Secretaría de la Presidencia, G/D Lucas Rincón Romero y del Gobernador del Distrito Federal, Hernán Gruber Odremán.

En los actos de inhumación, el primer mandatario nacional compartió el presidium con el Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Luis Miquilena; el de la Cámara de Diputados, Henrique Capriles Radonsky, así como descendientes de Antonio Guzmán Blanco.

El Orador de orden fue el Doctor Federico Brito Figueroa Rector de la Universidad Experimental Rómulo Gallegos, y los restos del General Antonio Guzmán Blanco fueron inhumados a las 1:20 PM. del 8 de agosto de 1999.

Fuentes


Bandera Presidencial de Venezuela.      Presidentes de Venezuela      Escudo de armas de Venezuela.
Páez | Vargas | Narvarte | Carreño | Soublette | Páez | Soublette | J.T. Monagas | J.G. Monagas | J.T. Monagas | Gual | J. Castro | Gual | Tovar | Gual | Páez | Falcón | Bruzual | Villegas | J.R. Monagas | Villegas | Guzmán | Linares | Varela | Guzmán | Crespo | Guzmán | López | Rojas | Andueza | Villegas | Crespo | Andrade | C. Castro | Gómez | Márquez | Gómez | J.B. Pérez | Gómez | López Contreras | Medina | Betancourt | Gallegos | Delgado Chalbaud | Suárez Flamerich | Pérez Jiménez | Larrazábal | Sanabria | Betancourt | Leoni | Caldera | Pérez | Herrera | Lusinchi | Pérez | Velásquez | Caldera | Chávez | Carmona | Cabello | Chávez| Maduro